Por Alejandro Varela
Los fanáticos de los New York Yankees por todo el mundo celebran hoy lo que sin dudas ha sido una de las victorias más memorables en los últimos tiempos del equipo más ganador en la historia de la MLB.
El antesalista Josh Donaldson se calzó el traje de superhéroe en el final del décimo capítulo y conectó un Walk-Off Grand Slam para sacar del congelador una derrota casi inminente ante Tampa Bay Rays.
Quiso la suerte que la victoria del choque fuera a la cuenta del cerrador Aroldis Chapman (2-3), quien ya tenía prácticamente asegurado el revés tras permitir un tubey con la casa llena en lo alto del décimo que dejó a los Yankees debajo por tres carreras.
El Misil cubano entró con un out en la pizarra y Roman Quinn corriendo en segunda, pero enseguida despachó sendos boletos a Isaac Paredes y Tylor Walls que provocaron que se congestionaran las almohadillas.
A continuación el lanzallamas holguinero ponchó a Jose Siri y llegó a poner en dos strikes sin bolas a Francisco Mejia, pero el receptor dominicano le cazó el siguiente pitcheo, una recta sobre la zona baja a 101 millas por ahora, y sacó una línea pegada a la inicial que fue hasta el fondo del jardín derecho.
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Con desventaja de tres, poco importó que Chapman retirara luego por la vía de los strikes a su connacional Yandy Díaz, autor de par de dobletes y tres remolques antes el mismo choque. El mal estaba hecho y el revés neoyorquino tenía un 100 por ciento de probabilidades, según el análisis de ESPN.
Sin embargo, Donaldson pensaba diferente y se acordó del temible slugger que era hace cinco años. Los Yankees habían llenado las bases sin out cuando llegó el momento del ex Toronto, quien en conteo de un strike sin bolas, empujó hacia la banda contraria una recta alta a 97 millas por hora del relevista Jalen Beeks.
El experimentado jugador de 36 años abrió los brazos desde que el madero hizo contacto con la pelota, aunque el gesto no se correspondió con la dimensión del batazo, toda vez que la bola se fue solo por unos pocos metros pegada a la línea del right field (349 pies).
La hazaña de Donaldson pasará a los libros como apenas el tercer Walk Off Grand Slam con desventaja de tres anotaciones que pega un jugador de los Yankees. El primer nombre en esa selectísima lista responde a Babe Ruth el 9 de septiembre de 1924, y luego debieron pasar más de 75 años para que Jason Giambi lo repitiera el 5 de mayo de 2002.
Asimismo, nadie lograba algo así en extrainnings desde que Ryan Robert le diera la victoria a Arizona Diamonbacks frente a los Dodgers en 2011.