ASOMBROSO: Una de las estrellas de la selección de béisbol de Israel en Tokyo 2020 es de sangre cubana

Jerry Díaz

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Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com Se dijo que Raúl Valdés es el único pelotero nacido en Cuba que participa en el torneo beisbolero de los Juegos Olímpicos de Toyko 2020, y aunque esa afirmación no está errada ciertamente no se puede concretar la presencia cubana solo en el zurdo de Cabañas, Artemisa. Incluso con más protagonismo que el…

Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com

Se dijo que Raúl Valdés es el único pelotero nacido en Cuba que participa en el torneo beisbolero de los Juegos Olímpicos de Toyko 2020, y aunque esa afirmación no está errada ciertamente no se puede concretar la presencia cubana solo en el zurdo de Cabañas, Artemisa. Incluso con más protagonismo que el relevista de Dominicana aparece una de las principales figuras nada menos que del debutante conjunto de Israel.

La escuadra hebrea hace su segunda incursión en un evento importante (estuvieron en el Clásico Mundial de 2017), no ha dejado de provocar su polémica por la cantidad de jugadores nacidos bien lejos de la llamada “tierra santa”, como el caso del infielder que guarda un vínculo bien particular con la mayor isla caribeña.

Se trata de Danny Valencia, pelotero que actuó en Grandes Ligas entre 2010 y 2017 con Minnesota, Boston, Baltimore, Kansas City, Toronto, Oakland y Seattle.  En ese tiempo acumuló promedio ofensivo de 268 con 96 batazos de vuelta completa y 397 carreras impulsadas.

Su año más sobresaliente fue en 2015 entre Toronto y Oakland, con 18 jonrones, 66 propulsadas y 290 de promedio de bateo. En su año de novato se perfilaba con mucho más de lo que en definitiva dejó en el conocido “big show” luego de compilar para 311 y merecer votos para el premio de Novato del Año.

Pero más allá del plano deportivo, las raíces cubanas de Danny son por la vía paterna, ya que su progenitor Michael nació en Cuba y después de emigrar de su país de origen hacia Estados Unidos decidió convertirse en judío. Esa condición la heredó precisamente su hijo Daniel Paul, quien nació el 19 de setiembre de 1984 en Miami.

Valencia no debuta con Israel en el torneo de Tokyo 2020, pues ya desde 2019 se había nacionalizado para participar en el campeonato europeo y luego en el certamen clasificatorio que permitió el acceso del representativo del medio oriente para la cita ecuménica contra el pronóstico de la mayoría de los entendidos.

En esta competición se llevó el protagonismo no solo del grupo sino de la lid en general al encabezar varios renglones ofensivos importantes como jonrones (3), anotadas (7), remolques (9) y slugging (1000), además de concluir con average de 375 y OBP de 500 en 16 veces oficiales al rectángulo ofensivo.

La última experiencia profesional del jugador de 36 años fue este 2021 cuando firmó un contrato con los Long Island Ducks de la Liga Atlántica de Béisbol Profesional. Jugó con el club del 2 al 8 de julio, pues luego al equipo de Israel en una gira por el noreste de Estados Unidos para prepararse aún más para Tokio.

Al comentar sobre su experiencia jugando con esa selección nacional dijo: «Me encantó. Los viernes por la noche, teníamos una cena de Shabat con oraciones, brindis y partiendo el pan con los niños. Y durante el juego previo al juego de Hatikvah. Con el himno nacional mantuvimos nuestros sombreros puestos para mostrar que Dios está arriba.

Conjuntamente con Valencia el plantel dirigido por Eric Holtz cuenta con otros peloteros ya desvinculados de la MLB pero que tuvieron una trayectoria bastante buena o incluso estelar como el intermedista Ian Kinsler.

Los lanzadores Shlomo Lipetz, Alon Leichman, el receptor Tal Erel y el jardinero Assaf Lowengart son los únicos jugadores nacidos en territorio israelí entre los 24 que conforman la nómina sefaradí. De esta forma superarán lo acontecido con Grecia en los Juegos que la capital helénica organizó en el año 2004.

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