Existe una teoría presumible dentro del béisbol que alardea sobre aquellos días donde un jugador está imparable, básicamente da a entender que cuando están en noche perfecta, no hay nada que los detenga.
La razón de mencionar esto en el prólogo fue la necesidad de resaltar la actuación del pelotero estrella de Cleveland Guardians, José Ramírez.
El dominicano firmó una jornada histórica para él, con trío de cuadrangulares ante Boston Red Sox, Ramírez se unió al selecto grupo de peloteros con estas estadísticas en una cita de Grandes Ligas.
No sólo con el bate lució el antesalista de Cleveland, José Ramírez sacó su guante y engalanó la noche en el Progressive Field de Ohio, hogar de los suyos.
La primera joya, desde su esquina caliente, la firmó mientras transcurría la parte alta del quinto episodio. Christian Arroyo era el bateador en turno y sacó un fuerte rodado de bote pronto que rápidamente atacó Ramírez sin titubear.
Seguidamente, con un movimiento veloz, el dominicano extrajo la bola de su guante y lanzó de forma certera al inicialista para retirar al jugador de Boston.
Minutos después, en la apertura de la sexta entrada, el quisqueyano volvió a dictar cátedra de cómo jugar la tercera base, ahora frente a Justin Turner.
El «colorado» de los patirrojos, en cuenta de dos bolas y dos strikes conectó una línea agresiva sobre la línea de cal que tomó José Ramírez y tras un habilidoso giro, el dominicano tiró a la inicial, pero el umpire dictó safe. Sin embargo, después de la revisión, la jugada culminó en out.
De esta maravillosa manera, Ramírez cerró una jornada espectacular desde ambos puestos de trabajo. Con el madero, se marchó de 5-3 con trío de jonrones y cinco carreras impulsadas. Con el guante, el infielder dejó perplejo a los asistentes con dos exquisitas jugadas defensivas que argumentan lo completo que este jugador dentro del terreno de juego.