Cuando a un bateador no le están saliendo bien las cosas, muchas veces viene bien un tiempo en el banco y al cubano Yuli Gurriel le vino de maravillas.
Sus últimas salidas no habían sido nada buenas, apenas dos hits en 13 turnos y ninguna carrera empujada en sus últimos seis juegos había sido el gasto ofensivo del nacido en Sancti Spíritus.
Tras la baja ofensiva de los Marlins en el primer choque ante Pittsburgh, Skip Schumaker optó por sacar de la banca al dos veces ganador de la Serie Mundial y su inclusión dio excelentes resultados.
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Yuli logró hacer tres conexiones fuertes en el choque (95± MPH de velocidad de salida), la más potente de ellas llegó en el octavo con su octavo doblete del año. La línea salió proyectada a 104.7 millas por horas y dio de primer bounce contra la cerca.
Su batazo más importante del choque llegó en la alta de la décima, cuando llevó la pelota hasta los 355 pies por el jardín central para que Bryan de la Cruz anotara en pisa y corre desde tercera para así empatar el choque a tres y darle vida a los Marlins.
Finalmente los Marlins vencieron en el onceno episodio y Yuli logró su décimo cuarto partido multihits del año, quinto en ese aspecto dentro de su equipo; por detrás de Luis Arráez (32), Bryan de la Cruz (18), Jorge Soler (15) y Jon Berti (15).
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Gurriel finalmente se fue de 4-2, con una empujada, un doble y un fly de sacrificio. Empujó su carrera número 15 del año y llegó a ocho dobles y 14 extrabases. Dejó su línea ofensiva en .264/.316/.393/.709 (AVE/OBP/SLG/OPS).
Cabe destacar que llegó a la cifra de 450 empujadas en Grandes Ligas. «La Piña» se convirtió en el cubano 21 en alcanzar esa cifra en la Gran Carpa y quedando a siete de igualar a Yuniesky «Riquimbili» Betancourt y meterse en el Top 20 de su país.
Además, mantuvo su excelente rendimiento ante los Piratas y en seis desafíos en toda su carrera promedia para .412 (17-7), con dos dobles, un jonrón y tres remolques.