¿Fútbol o béisbol?: la verdad cubana al doblar la esquina…

Por Alexander García Milián En estos tiempos de debates;- que si él béisbol, … que si el fútbol- la polémica crece, el fanatismo aumenta y ver un par de vallas en una cuadra ya es lo común, cuando antes jugar al taco o al cuatro esquinas marcaba el destino de muchos en la Isla. Para […]

Por Alexander García Milián
En estos tiempos de debates;- que si él béisbol, … que si el fútbol- la polémica crece, el fanatismo aumenta y ver un par de vallas en una cuadra ya es lo común, cuando antes jugar al taco o al cuatro esquinas marcaba el destino de muchos en la Isla.




Para comentar aquí, otra vez recurro al maestro, Mario Vargas Llosa; quien en su libro El Paraíso en la otra esquina, nos cuenta la vida azarosa del pintor Paul Gauguin; desde la perspectiva de sus días finales allá en la Polinesia, sus inicios en el arte, su amistad con van Gogh; sus pesares, sus miedos y dudas, su vínculo con América, por parte de su madre. Es una linda historia que evoca muchas sensaciones de nostalgia y deseos de cosas no vividas.
Pero dirán lectores, ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?, ¿Por qué saltar del deporte a la literatura?, y es que todo tiene que ver, todo se mezcla, una cosa lleva a la otra y viceversa,… El libro me induce hasta la reflexión que me hace preguntarme… ¿Morirá el béisbol en Cuba?… Una historia tan rica, tan grande,… como la misma historia de Gauguin, se puede acabar de un día para otro así,… ¡zasss!… con el chasquido de un par de dedos.
A menudo escuchamos muchas opiniones que hablan de soluciones posibles; todas en gran medida muy lejos de las posibilidades reales. Aquí, como siempre me pregunto- es que decía Voltaire que se mide al hombre por sus preguntas, no por sus respuestas- algo muy lógico cuando hablo conmigo pues antes de escribir suelo “matarme” a preguntas pues para entender las cosas que pasan se debe partir de la acumulación de muchas dudas.



Este debate sobre el fútbol y la pelota no es nada nuevo en los medios. Pero como fenómeno dialéctico al fin, el paso de los días suele aportar nuevos elementos al asunto.
Las pésimas condiciones de los terrenos de béisbol para la práctica desde categorías inferiores o para jugar la liga del “trapo” en cualquier barrio del país, dejan atónitos a los aficionados que amamos este deporte… un terreno tupido por la hierba en Pínar del Río, unas gradas cayéndose por Matanzas, unos niños jugando al taco con chapitas en un solar de La Habana; se dice y no se cree, es la realidad que parece que no pero sí.
Las inversiones brillan por su ausencia, los entrenadores deben costearse en muchos casos los implementos, muchos con grandes sacrificios. De igual modo, ver un balón de fútbol resulta más común que un par de buenos guantes y alguna pelota decente. No hay que tener millones, sí cuidar y trabajar con lo que se tiene. No es culpa de bloqueo sino de la falta de talento e inteligencia, de mentes frescas e innovadoras,



Ahora mismo el caso de Edel Lima un hombre campechano y sencillo del pueblo donde he vivido me viene a la mente. La historia de Lima le da un el toque de veracidad a mis opiniones. Edel es un hombre de campo, un amante del deporte que decidió un día convertir un vertedero a la salida de Calimete en un complejo deportivo y lo logro; gracias a el ahora allí existen terrenos de beisbol, baloncesto y voleibol.
También en Calimete, esta Chichi un renombrado entrenador de fútbol, muy en boga ahora por la actuación de un pupilo suyo con el Cuba que participa en la Liga de Naciones de la Concacaf. Chichi es un amante del balompié, el por sus medios igual que Edel Lima ha logrado una de las mejores canchas para la práctica de este deporte en la Isla.
Son dos historias que pudieran ser miles; dos caminos que convergen en el amor al deporte. Cuando crecen los torneos de fútbol a nivel municipal y provincial, las competencias de béisbol ni por asomo lucen tan atractivas como antes.- dígase años, unos cinco-. El fútbol sigue inundando la pantalla de nuestro televisor y no soy reacio a ello, soy un fanático al igual que muchos pero en Cuba señores, el béisbol es béisbol.



El supuesto auge de las transmisiones televisivas de pelota de primer nivel – MLB y Liga Japonesa- queda a la saga y por mucho ante las ofertas futbolísticas. Incluso ahora ya con el comienzo de los torneos invernales en el Caribe las opciones aumentan, más cuando la Serie Mundial queda al doblar.
En esta misma semana, darán prioridad a la Liga de Campeones y el duelo entre Dodgers y Medias Rojas, a conformarse como siempre con el turno diferido. Y esto no es cuento de camino, que sí la televisión es pública, que si se pagan derechos… no lo dudo… pero tampoco dudo que se puede hacer más, que no es tan difícil la cuestión… La pelota debe vivir pero necesita conocer el mundo.
Ya no es como antes- desde hace tiempo- pero no es como antes; las personas no dicen, ni preguntan sobre el pelotero este o aquel, no visten jersey de Industriales, de Santiago o Pínar. Entre el Real Madrid y el Barcelona se disipan las penas y se ahogan pasiones. Es una realidad estimado lector sobre la cual volveremos; sí como el paraíso, esta al doblar de la esquina.



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