Por Pablo Pichardo.
Este viernes, dará inicio en el Julio Antonio Mella de las Tunas uno de los enfrentamientos más esperados por todos los aficionados, cuando los Leñadores de esa ciudad reciban a los Industriales de la capital en el marco de esta edición número 59 de la Serie Nacional de béisbol.
El escenario está aún humeante. En la esquina rojiverde la tropa de Pablo Civil, el mismo que hace unos meses se dejó vencer en el terreno para que los Industriales no clasificaran a los Play Off, el flamante campeón que después de la victoria no le sacó pasaje a varios de sus jugadores para la Serie del Caribe, el de las polémicas estrategias, el despojado de la dirección del equipo nacional.
En la esquina azul, un elenco con una herida sangrante, el máximo ganador de torneos en casa, seguido de una multitud que no perdona y que no saborea un trono desde hace más de 10 años. Dirigido por Rey Vicente Anglada, el mismo que acaba de comandar el equipo de las derrotas bochornosas en los Juegos Panamericanos, y que llega con espíritu de venganza hasta el balcón del oriente cubano.
Un enfrentamiento entre el presente y el pasado, entre una dinastía que nace y un imperio decadente, entre los marginados y los mediáticos, entre la fuerza y el orgullo.
Uno luchando por escribir la historia y el otro por rescatarla en medio de fanaticadas que se piden las cabezas, del morbo y de las dolencias individuales.
No habrá espacios vacíos en los graderíos, no importa la hora. Habrá vanidad en el ambiente, arrogancia y soberbia, porque estos tres partidos representan mucho para ambos directores.
Los leñadores tienen ventaja, están en su territorio y es el equipo de mejores números en este primer tercio de competencia. Los Leones vienen de ser barridos, con un picheo incógnito, una defensa criticable y un bateo decreciente, hundidos en el lugar 13 de la tabla de posiciones.
Por experiencia, sé que estas cosas no importan cuando se habla de motivaciones extras y de vendettas o cuando está en juego el orgullo y la esencia misma de una franquicia. No me cabe la menor duda que estaremos en presencia de un mini Play Off.
Los cobardes que se queden sentados en las bancas, los valientes, que salgan al terreno de juego.