Por Marcos Conde
En la jornada de ayer, 23 de de junio, el ex Grandes Ligas y actual jugador de los Olmecas de Tabasco, Pablo Sandoval, protagonizó una jugada que le ha dado la vuelta al mundo. El escenario fue el encuentro de LMB (Liga Mexicana de Béisbol) entre las novenas de los Olmecas y los Saraperos de Saltillo que tuvo como sede el estadio Francisco I Madero.
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La polémica acción llegó en la parte alta de la séptima entrada, cuando el juego iba empatado a seis carreras, Sandoval se encontraba en segunda base e intentó anotar la de la ventaja después de hit al jardín izquierdo de su compañero de equipo Laberto Carreón.
Con lo que no contó el ex MLB fue con el gran tiro del left field de los Olmecas, Fernando Villegas, que puso la pelota de aire en la mascota del cátcher Hans Wilson con tiempo de sobra para ponerlo out, pero el Panda no paró la carrera e impactó con dureza contra el receptor.
Quien salió peor parado del encontronazo fue Wilson, nada sorprendente teniendo en cuenta el peculiar físico de Pablo Sandoval, más allá de que nunca soltó la bola y el juez del partido decretó out en la goma. Por varios minutos el máscara de los de Tabasco estuvo conmocionado en el suelo, con jugadores, árbitros y personal médico preocupándose por su estado y brindándole auxilio.
Al mismo tiempo que se atendía al pelotero de los Saraperos, el público local cargaba con insultos y abucheos contra Kung Fu Panda por su fuerte entrada. Para suerte de todos, finalmente el jugador damnificado se recuperó del golpe, pero tuvo que ser sustituido del encuentro que finalmente ganaron los visitantes Olmecas con marcador de siete carreras por seis.
Para muchos la culpa fue del experimentado Sandoval, para otros de Hans Wilson por no quitarse, lo que es cierto es que en la LMB no se aplica la regla «Buster Posey», impuesta en la MLB para proteger a los receptores y que prohíbe a los corredores ir en línea directa para impactar al cátcher intentando que pierda la pelota.
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Pablo Sandoval estuvo activo en Las Mayores durante 14 años en franquicias como los San Francisco Giants, Boston Red Sox y Atlanta Braves. En ese periodo disputó 1380 juegos, acumuló 1279 hits, 153 jonrones, 548 anotadas, 639 empujadas y línea ofensiva de .278/.330/.443. Además de sus buenos números, el Panda siempre resaltó por su atípico físico, con el que a pesar de muchas críticas se mantuvo jugando en el mejor béisbol del mundo.
Sin más, aquí la jugada:
