INDER analiza estímulos monetarios a Holguín en Serie Nacional: «No aceptamos regalos ni condiciones ventajosas»

José Alberto Portela Aportela

La 64 Serie Nacional del beisbol cubano fue la plaza para la desastrosa acción del oficialismo de la isla.

Directo del INDER y jugadores de Holguin en la Serie Nacional

Una vez más, el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) actuó como freno a las iniciativas y en esta ocasión la 64 Serie Nacional del beisbol cubano fue la plaza para la desastrosa acción. En la jornada del 13 de noviembre, se conoció de una restricción que surgió de esta entidad, la cual apuntó directamente al aficionado Carlos Armando Buch, quien de su economía personal realizó un aporte monetario sostenido a los Cachorros de Holguín. Este hecho sufrirá grandes cambios.

El periodista, Pavel Otero, compartió en su perfil en la red social Facebook las palabras del Doctor Karel Luis Pachot, Director Jurídico del INDER, quien advirtió que la actuación generosa de Buch no cumple con los preceptos legales. En este punto, es justo mencionar que Carlos Armando realizó un gasto sostenido a través de los meses, sin esperar nada a cambio.

Los integrantes más destacados de la novena holguinera tras cada subserie recibieron un monto que fluctuó entre 5000 y 8000 pesos, mucho más que los 3500 que obtienen cada 30 días de parte de la directiva del beisbol cubano. En total, el emprendedor gastó un aproximado de 300 mil pesos mensuales.

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La salida a la luz de esta historia fue el comienzo de los problemas. La máxima autoridad jurídica del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación utilizó el habitual discurso que esgrimen en estos casos y dejó claro que es imposible continuar con este tipo de hechos. Karel Luis Pachot se escudó en la Resolución 93 del Presidente del INDER y este fue el «instrumento de censura» que utilizó.

«No aceptamos regalos, condiciones ventajosas, salarios, viajes, comisiones o cualquier otra forma de compensación que pueda influenciar o comprometer una decisión en beneficio o perjuicio de un atleta, equipo o al sistema deportivo cubano.», plasmó el funcionario.

«Cumplimos con lo estipulado en la normatividad de lavado de dinero aplicable en todo el mundo, con apego a las leyes vigentes. El incumplimiento del Código de Ética implica violaciones de la disciplina deportiva y, consecuentemente, la imposición de medidas disciplinarias, que pueden llegar a ser MUY GRAVES, según lo dispuesto en el referido Reglamento.», concluyó.

No hay posibilidad para la inversión si está no va unida a las organizaciones estatales

Lo expuesto se asemejó a una indicación sin muchos rodeos: si Carlos Armando Buch desea seguir dando regalos a los holguineros tiene que legalizar de algún modo su proceder. Este camino es muy dudoso y resta por ver si el seguidor de los Cachorros está de acuerdo en integrarse a una serie de innecesarios pasos burocráticos.

La centralización es una característica del oficialismo cubano y quien tome por otro camino será marginado. La historia que trata esta nota es la prueba más palpable. Lamentablemente, los mayores afectados en esta controversia serán los peloteros.

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