Tabla de contenidos
Los hechos desgraciados que afectan al beisbol cubano salen a relucir jornada tras jornada y las novenas de Industriales y Holguín se vieron envueltas en una riña este 4 de diciembre, en el trascurso de la 64 Serie Nacional. Los pleitos de este tipo dañan la credibilidad del torneo y profundizan aún más los errores que lastran la competición.
En esta ocasión, una vez más pudo ocurrir una desgracia, pues es bien sabido que cuando los ánimos se encienden pueden llegar a niveles insospechados y no hay límites a lo trágico. Por lo tanto, cuando se desencadena una pelea existe una posibilidad de abrir las puertas a las peores consecuencias.
Lamentable situación entre Industriales y Holguín
El tenso episodio se vivió en el estadio Calixto García, sede de los Cachorros de Holguín. El sexto inning fue el instante cero y la plaza para la acción de batalla. En ese momento, José Ernesto Pérez, pitcher de Industriales, recibió el llamado al box y enfrentó al toletero Lázaro Cedeño, después que el lanzador zurdo Jordan Williams otorgó boleto al oriental Nelson Batista.
La pizarra marcó una ventaja de cinco carreras por dos favorable a los locales y el serpentinero «azul» intentó evitar mayores daños. Sin embargo, un envío que golpeó la anatomía del holguinero fue el principio del caos.
Lázaro Cedeño mostró una enorme molestia y reclamó enérgicamente a José Ernesto Pérez, en una actitud retadora. El bateador intentó acercarse a su interlocutor, pero la acción inmediata de los presentes lo detuvo de su idea. Este segundo se «calentó» aún más cuando el representante de los Leones respondió con un modo de actuación similar.
Todo se salió de control y las bancas de Industriales y Holguín se vaciaron. Lo que muchos temieron tomó vida y las consecuencias pudieron ser funestas. Sin embargo, la postura de Lugdis Pineda y Guillermo Carmona, directores de los bandos implicados, fue rápida y calmaron a sus discípulos. Los mencionados entrenadores mediaron e impusieron el buen criterio.
La cordura reinó después de un accionar que sorprendió a aficionados y expertos
Poco a poco, la adrenalina cedió y la calma retornó. El episodio se saldó con un efusivo abrazo entre los timoneles de ambos combinados, lo que puso fin a cualquier idea contrapuesta. Aparentemente, los rencores se esfumaron y no revivieron en el terreno de los Cachorros.
La más reciente pugna fue otro ejemplo de lo frágil que es la Serie Nacional del beisbol cubano. Mientras las medidas disciplinarias para los infractores continúe siendo extremadamente débiles, seguirán surgiendo trifulcas en la liza. Industriales y Holguín se sumaron a un proceder que parece infinito.
Para más información del beisbol cubano haga click aquí
Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.