El estelar relevista cubano Aroldis Chapman está teniendo una excelente temporada con los Kansas City Royals.
En la tarde de este domingo 26 de junio, los Kansas City Royals cayeron 3×1 ante los Tampa Bay Rays en el Tropicana Field, ultimó partido de una serie de fin de semana entre ambos conjuntos. Fue un bonito partido protagonizado por el pitcheo y que llegó 1×1 al séptimo inning, cuando un lanzamiento desviado del relevista de Royals, Taylor Clarke, definió el choque. Instantes después, un elevado de sacrificio de Harold Ramírez puso marcador definitivo en la pizarra.
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A pesar de tener desventaja de dos carreras, en la parte baja del octavo, el manager de Kansas City decidió echar mano al cubano Aroldis Chapman para mantener el partido cerrado y tratar de buscar la victoria a la hora de recoger los bates. Y tal como ha ocurrido este año, el cubano aprovechó la oportunidad y dio crédito a la confianza recibida.
Chapman retiró a los tres bateadores que enfrentó sin complicaciones, con par de ponches incluidos. Primero dominó a Isaac Paredes en rola a segunda base y luego propinó chocolates por su orden a Manuel Margot y a Taylor Walla para cerrar la entrada.
El cubano apenas necesitó 12 lanzamientos para dominar a sus tres rivales, nueve de ellos en zona de strike, demostrando un excelente control en esta salida ante el equipo más ganador de la Liga Americana y de todo el beisbol de las Mayores. Su lanzamiento más rápido fue una sinker a 101.3 mph con la cual dominó a Paredes. También tuvo otros dos pitcheos por encima de las 100 mph, ambos en sinker, utilizados para ponchar a Margot (100.7 mph) y a Walls (100.3 mph).
A ritmo de conga de 1-2-3: Aroldis Chapman dominó a Tampa Bay a 101 mph pic.twitter.com/RfKvObIiDT
— Jose Alejandro Rodriguez Zas (@jzas23) June 25, 2023
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Con esta actuación , Chapman rebajó su promedio de limpias en la temporada hasta 2.63 y su WHIP a 1.32, con récord de 3-2, dos salvados y ocho holds para la causa de Kansas City. Arribó a las cifra redonda de 50 ponches en 27.1 entradas lanzadas, a razón de 16.46 por cada juego de nueve entradas, la tercera cifra más alta su carrera en Grandes Ligas. Su promedio de bateo rival quedó en .168, todo en 29 salidas al box.