New York Mets se enfrenta a un arduo panorama que los ubica de penúltimos en la División Este de la Liga Nacional, con 21 victorias y 26 derrotas (Datos previo al duelo). Sin embargo, dicha situación genera una indiscutible presión en muchos de los integrantes de la franquicia.
Tal fue el caso que vivió el lanzador zurdo Jake Diekman, durante la jornada que se llevó a cabo este martes 21 de mayo.
El «Progressive Field», presenció el choque entre los de casa Cleveland Guardians y los visitantes New York Mets. Pero, la tanda local repuntó primero en el score y su ofensiva comenzó a hacerse sentir.
New York Mets vivió incómodo momento
En la baja del sexto episodio, Jake Diekman reemplazó a su compañero Adrián Houser. Este llegó con el juego 5×4 a favor aún de Cleveland, con hombre en primera base y sin outs.
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Aunque su misión era frenar los bates locales, el zurdo se equivocó ante David Fry, quien accionó ante una bola rápida de cuatro costuras a 94.4 MPH y terminó en un sólido jonrón al jardín derecho para aumentar las acciones a 7×4.
Seguidamente, ponchó a dos y luego le otorgó un pasaporte a la inicial al venezolano Brayan Rocchio, situación que de inmediato significó su la salida del morrito.
De manera impensable, lo ocurrido le generó muchísima molestia al relevista. Una vez ingresó al área del dugout, tomó la cava de Gatorade que consiguió en el camino con mucha frustración y posterior la arrojó en forma de descarga.
El estadounidense culminó con 0.2 IL, permitió un jonrón y anotó a sus métricas una carrera limpia, para establecer su efectividad en 3.86.
Interactuar en todo lo que implica el béisbol, te encamina a vivir un constante sube y baja de momentos buenos y desafortunados como el que experimentó el lanzador de Mets. Lo importante es pasar la página y retomar con el mejor de los ánimos.
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Esa reacción del pitcher es un reflejo de la sociedad