Javier Sotomayor es una de las figuras del deporte cubano con mayor conexión al régimen de la isla, lo que utilizó a su favor en el pasado para escapar de castigos y obtener beneficios de diversas índoles. Esta relación puede sufrir una fractura, debido a los últimos acontecimientos que se hicieron públicos este 1 de febrero, que pusieron al aún recordista mundial en medio de un escándalo.
Todo surgió en uno de los negocios que posee Javier Sotomayor. En este caso fue la Mipyme D’Soto S.U.R.L., que tiene su sede en Matanzas. Este establecimiento está en el medio de un procedimiento legal, debido a deudas millonarias que contrajo con la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), empresa que tiene a su cargo la fiscalización de la economía.
El asunto es grave y la deuda asciende a casi 10 millones de pesos, lo que es sinónimo que los acontecimientos que posibilitaron el actual estado surgieron hace algún tiempo, ante la mirada permisiva de la ley, quizás amparados en la impunidad de Javier Sotomayor.
Lo cierto es que la realidad se tornó tan abrumadora que era obligatorio tomar cartas en el asunto. Las consecuencias llegaron y D’Soto S.U.R.L está en centro de un huracán, que crearon ellos mismos con sus acciones desmedidas y sin ningún tipo de supervisión.
Javier Sotomayor en medio de una gran polémica de evasión fiscal
Dariel Sotomayor, hermano de Javier Sotomayor, es el administrador del sitio que está en la mira. Este personaje informó en Facebook los detalles del proceso y reconoció el tremendo problema en el cual están inmersos. Una acusación de evasión fiscal pende sobre ellos y deben pagar lo afectado o asumir consecuencias de mayor rigor.
«Concluyó la ejecución de la auditoría realizada por la ONAT provincial matanzas a D’SOTO S.U.R.L. Se determina una deuda de ocho millones seiscientos treinta y dos mil ocho cientos veinte con ochenta y ocho centavos. (8 632 820.88) de daños causados a los fondos públicos«, confesó.
Este hecho parece no ser el primero en la familia de Javier Sotomayor. El medio de comunicación, La Tijera, publicó que el mediático Bar 2.45, que es propiedad del exdeportista, también posee una deuda de esta índole con la ONAT en La Habana, que asciende a más de 50 millones de pesos. Según la citada fuente, este establecimiento tuvo problemas anteriormente por delitos que se cometieron en ese espacio, pero el nombre del implicado se usó como escudo protector.
Las prebendas que recibió Javier Sotomayor por su unión con las ideas de la cúpula que rige en Cuba están a la vista de todos. En esta ocasión, queda por ver el final de este episodio, que puede terminar mal para el medallista olímpico y mundial.