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Hay historias de la vida que nos llenan de admiración, bien sea por su sacrificio o por todos los escollos que se debieron superar para alcanzar un fin. La anécdota de JC Escarra, un joven soñador que pasó de ser chofer en Uber a entrar en el roster de New York Yankees, es una de ellas.
Cuando vemos a grandes jugadores de beisbol lograr ciertas hazañas, los idealizamos como grandes héroes, seres inalcanzables que son tocados por una varita mágica para hacer cosas muy diferentes y únicas. Sin embargo, nada más distante de la realidad. Cuando a nosotros los reporteros nos llega la oportunidad de conversar frente a frente con ellos, nos damos cuentas que son ciudadanos normales, como tu o yo, con hermanos, con madres, con familiares, amigos y con sueños e historias por lograr o contar.
La emotiva historia de JC Escarra
En conversación con Bryan Hoch de MLB.com, JC Escarra contó una parte de su vida que aunque parezca negativa, es un ejemplo de constancia y responsabilidad, de esas que se cuentan en los talleres de psicología como muestras de superación y creencia en sí mismo.
La historia de JC Escarra nos cuenta como ser chofer de Uber le permitió pagar con lo justo sus cuentas mes a mes. También nos habla de una encrucijada complicada que vivió el joven pelotero y en un espacio en el que se negó a renunciar a su sueño de llegar a Grandes Ligas. Mientras tenía cinco estrellas en su servicio de transporte, llevaba de la mano su lucha por competir en un puesto con New York Yankees.
“Estaba recién casado y acababa de comprar con mi esposa un apartamento. Entonces, tenía una hipoteca que pagar y una esposa que mantener. Tenía que ganar dinero de alguna manera y no quería que me quitaran mi hogar. Sabía que tenía que hacer esos pagos, así que estaba haciendo lo que fuera necesario”, explicó JC Escarra, de 29 años.
JC Escarra fue seleccionado por Baltimore Orioles en la 15ta ronda del draft en 2017. Allí, el cubanoamericano era un primera base que llegó a subir hasta Triple A, pero la gerencia del conjunto oropéndola lo tenía limitado a ser un jugador de refuerzo. En abril de 2022, lo dejaron en libertad, con un sueño aún por alcanzar.
De forma inmediata, el joven que para entonces contaba con 26 años, suplicó a un entrenador que lo viera lanzar desde el plato a la segunda base, pues en la Universidad de Florida le llamaban «El Cañón de Hialeah».
“Casi me iba a dar por vencido”, reconoció JC Escarra. “No me estaba acercando a mi meta, pero en mi corazón sabía que todavía debía intentarlo”.
Sumando experiencias profesionales
Recibió una oportunidad casi de inmediato con Monarcas de Kansas City en una liga independiente, Luego, aunque jugó en la Pelota Invernal de Puerto Rico con Leones de Ponce, aún le faltaba mucha experiencia por sumar en la receptoría. Rangers eran dueños de sus derechos, pero no decidieron renovarle y llegó la oscuridad.
“Me dijeron, ‘Mira J.C., nos encantaría darte un lugar en Ligas Menores, pero podríamos simplemente firmar a otro receptor agente libre para ocupar el mismo puesto’”, recordó JC Escarra. “Entonces, tuve cuatro meses en los que debía seguir intentando o ya ponerle fin. Mi esposa me dijo. ‘Con tal de que podamos pagar esta hipoteca, estaremos bien. Ella es maestra, y de alguna manera saldríamos adelante”.
El joven atleta comenzó a trabajar de manera fuerte, luchando con los pagos del Lexus Negro alquilado y sus pensamientos de llegar a MLB. Llegó un punto en que supo que necesitaba esforzarse mucho más. Al final, JC Escarra recolectaba entre tres mil y cuatro mil dólares al mes.
“Al final, no gané mucho. No sé cómo lo hacen esos muchachos”, reconoció. “Estaba desperdiciando dinero, mucha gasolina. La gente no deja propina aunque jamás recibí una queja. Estábamos viviendo apenas para pagar las cuentas, pero lo estábamos logrando. No conducía por la noche ni los fines de semana; puede ser que ahí sea donde se gana mejor”.
Se mantuvo elevando su experiencia en Carolina del Norte con Honey Hunters, en la Liga Mexicana y en Puerto Rico, es decir, muy lejos de New York. Sin embargo, sus buenos números ofensivos llamaron la atención de algunos entrenadores de New York Yankees, donde le ofrecieron un contrato de Ligas Menores en 2024.
Oportunidad en New York Yankees
Las primeras jornadas con el equipo llegaron al ser sustituto de Ben Rice y del dominicano Agustín Ramírez en Doble A. Luego, fue ascendido hasta Triple-A Scranton/Wilkes-Barre, donde tuvo una línea ofensiva de .302/.403/.527 en 52 partidos. Si a eso le sumamos un Título de Bateo en la Liga Dominicana (LIDOM), el resultado es una invitación al roster de 40 jugadores de New York Yankees.
“Verlo al final del año comparado a lo que vimos al principio fue increíble”, señaló Shelley Duncan, manager de JC Escarra en Triple-A. “Se vio fantástico en ambos aspectos del juego, con mucha energía detrás del plato y trabajó muy bien con los lanzadores. Estaba verdaderamente en sintonía con el plan de juego y forjando relaciones con los lanzadores. Su desarrollo fue increíble, y lo llevó Dominicana este invierno, donde ves brazos bastante buenos. Estoy bien entusiasmado por el muchacho”.
Muchos han alabado el trabajo del cubanoamericano en las filiales de New York Yankees, desde Aaron Gershenfeld, coordinador defensivo del equipo, hasta Austin Wells, receptor titular de la franquicia. ¿Será el Yankee Stadium el futuro del joven soñador? Tal parece que así será, al menos la confianza la tiene.
“Honestamente, pienso que soy el hombre ideal para el puesto”, afirmó JC Escarra. “Creo que puedo lograrlo. En cuanto al talento, creo que tengo lo necesario. Solamente es cuestión de conocer a los lanzadores y forjar esa confianza con ellos. Si se sienten bien en el montículo cuando esté yo detrás del plato, el cielo será el límite”.
