Por Yirsandy Rodríguez
En un día tan doloroso como este domingo 14 de junio, teñido de gris por el fallecimiento del estelarísimo excátcher pinareño y gloria del béisbol cubano, Juan Castro García, el otrora manager de los Vegueros de Pinar del Río definió el legado de quien fuera un artista mascota en mano: «He visto mucho béisbol, pero nada se compara con ese don especial que tenía Juanito Castro».
Así expresó Fuentes en su cuenta de Facebook al hombre que hizo maravillas detrás del home durante 16 temporadas con equipos “pativerdes”, y que se convirtió en un ídolo a seguir por varias generaciones del béisbol cubano. Y si lo dice Fuentes, el manager más ganador de la historia de nuestras Series Nacionales, sin dudas el criterio tiene un peso aún más grande.
Se trata de palabras mayores, pero merecidas y justificadas en toda su extensión, de un muy prestigioso manager que atesora 10 títulos, divididos a partes iguales entre Series Nacionales (1982, 1985, 1987, 1988 y 1997) y Selectivas (1982, 1984, 1988, 1991 y 1994).
«Tuve el privilegio de participar en muchas Series Nacionales junto a él, nacimos en el mismo pueblo de San Cristóbal», reveló Fuentes.
Durante años, siempre ha existido la comparación entre Juan Castro y otros cátchers defensivos de alto calibre que también firmaron capítulos de gloria en Series Nacionales, pero en ocasiones se obvia un asunto muy importante en los contextos: las épocas. Normalmente, se suelen comparar diferentes generaciones de peloteros que incluso no jugaron a la par, y ahí se corre el gran riesgo de no darle el debido peso a las menciones y el impacto real de cada jugador. Este es uno de los ejemplos más comunes:
Mejores por cientos de cogidos robando de cátchers en Series Nacionales
(Califican cátchers con al menos 500 intentos de robos registrados)
Rk | CATCHERS | CR% |
1 | Roger Machado Morales | 58.5% |
2 | Ariel Osvaldo Pestano Valdés | 56.5% |
3 | Alberto Martínez González | 54.3% |
4 | Yosvani Madera Hernández | 51.0% |
5 | Franklin Aballe Sánchez | 50.3% |
6 | Eriel Sánchez León | 49.9% |
7 | Dánger Guerrero Echevarría | 47.7% |
8 | Roberto Maza Cervera | 47.1% |
9 | Juan Castro García | 46.9% |
10 | Roberto Borrero Magdariaga | 45.4% |
Leyenda: CR% es el porcentaje de cogidos robando del cátcher.
Como ven, Juan Castro cerró en el noveno lugar de todos los tiempos, tirando para 46.9% de CR en su carrera de 16 años. Sin embargo, a pesar de que tanto Roger Machado (líder) como Ariel Pestano y Alberto Martínez encabezan la lista, ¿eso quiere decir que todos ellos fueron soberanamente mejores tiradores que Juan Castro? Por supuesto que no. ¿El complemento estadístico de CR% define totalmente la calidad de un cátcher? ¡Imposible!
En un juego tan grandioso como el béisbol, el trabajo del cátcher va mucho más allá de detener a los corredores en las bases. Un receptor, en todo el sentido de la palabra, debe saber guiar el juego, estudiar a los bateadores, moverse con destreza para evitar que los tocadores de pelota entren en circulación y debe ser, literalmente, una muralla en el home. Con esto no quiero decir que todos los cátchers presentes en la anterior lista hayan estado por detrás de Juan Castro, pero el nivel que alcanzó el pinareño fue notable. Tanto es así, que su impacto recibiéndole a quizás los mejores staff de pitcheo de todos los tiempos, aquellos de Vegueros entre los años setenta y ochenta, requería suma responsabilidad. Y, Juan Castro, además de convertirse en el mago “mascoteando” detrás del home, luciendo su elegancia en cada acción de juego, fue clave en un altísimo por ciento para el éxito de ese pitcheo.
«Tuvimos una comunicación casi perfecta, manager, pitcher y cátcher», fue otra de las prodigiosas muestras de talento que reveló Jorge Fuentes sobre Juan Castro. Y ese resultado que lograron, el dominio de grandes bateadores que se hacían aún más temibles con el implacable bate de aluminio en mano, también fue gracias a contar con un cátcher de primerísimo nivel. De hecho, en las series que Juan Castro fue el titular de los Vegueros, el staff de pitcheo promedió 2.71 de efectividad general y tasas de 6.0 strikeouts y 3.0 bases por bolas. ¿Cuánto influye un buen cátcher en ese tipo de resultados? ¡Sin dudas, bastante!
La gran estatura de “Juanito” le permitía brindarle una gran comodidad a los pitchers cuando se sentaba detrás del home. Su asombrosa habilidad para convertir bolas en strikes y fildear como un shortstop posibles wild pitch, moviendo limpiamente la mascota. El poderoso brazo que poseía y la exactitud milimétrica para alcanzar los foul fly con maestría, haciendo todo con un inigualable estilo, convirtieron a Juan Castro en una leyenda.
Y si tiene dudas de su legado, o duda que no hay ninguna estadística reveladora para demostrarlo, aquí tiene el resultado del poder de su brazo:
Porcentaje de asistencias en jugadas de corredores sorprendidos (no cogidos robando) y bolas puestas en juego:
Rk | CATCHERS | AJ% |
1 | Juan Castro García | 53.4% |
2 | Yosvani Madera Hernández | 47.9% |
3 | Dánger Guerrero Echevarría | 47.4% |
4 | Alberto Martínez González | 44.0% |
5 | Eriel Sánchez León | 43.5% |
6 | Ariel Osvaldo Pestano Valdés | 42.9% |
7 | Roberto Maza Cervera | 42.5% |
8 | Roberto Borrero Magdariaga | 42.1% |
9 | Roger Machado Morales | 40.6% |
10 | Franklin Aballe Sánchez | 37.8% |
¿Cuáles? Por ejemplo:
- Aquellos lances donde el cátcher muestra la brillantez de su habilidad y reacción, sacando out a un corredor que intentó llegar a una base más después de pegar hit o extra base.
- El toque de pelota que dejó de ser sacrificio gracias a su rápida recepción para forzar a los corredores precedentes.
- El toque de bounce con el cual, al capturar la pelota, se aventuró a buscar la doble matanza por la intermedia, y la logró.
Entonces, ¿es justo definir la grandeza de un cátcher simplemente por el porcentaje de cogidos robando? No pienso que sea la única vía, aunque por supuesto es importante. Sin embargo, no hay nada más peligroso que un bateador en el plato, capaz de cambiar la decoración del juego con un swing. Y, por otro lado, en un béisbol donde realmente abunden robadores de bases, si los pitchers no cuidan debidamente a los corredores, el cátcher sufrirá eternamente.
Además, los robadores de bases en la Serie Nacional fueron desapareciendo desde mediados de los años noventa. Pero a diferencia de eso, en la era de Juan Castro esa arriesgada y emocionante jugada sí era muy frecuente. Al final, cuando un cátcher le trabaja a lanzadores tan dominantes como aquellos staff pinareños, las posibilidades de que se embasaran los bateadores eran limitadas en comparación con otros equipos.
Entonces, por esa razón, lo que quizás parezca un promedio decepcionante para quien no pocos consideran el cátcher más brillante y completo de todos los tiempos, el complemento general de su grandeza habla por sí sólo. Y el peso de la historia lo demuestra: ¿Cuántos cátchers no soñaron con utilizar el número “13” de Juan Castro o poder mascotear a su altura? Varios de los estelares de todos los tiempos estarían felices de volver a responder esa pregunta.
Y una de las voces autorizadas de la pelota cubana, Jorge Fuentes, no dudó en revelarlo pocas horas después del deceso de Juan Castro: «Quizás fui una de las personas que más pude disfrutar la magia de “Juanito”. Ha fallecido la destreza, la magia, la habilidad increíble».
La historia está escrita: Y el impacto, histórico y glorioso, será uno de esos tesoros que guardaremos celosamente todos aquellos amantes del béisbol cubano.