Jorge Soler asegura sentirse como nunca y que el 2018 será increíble para él

Por Juan Páez / @jmanupz

Si hay algo que Jorge Soler quiere dejar en el pasado rápidamente es la terrible temporada que tuvo en 2017 con los Reales de Kansas City. Era su primera campaña con los monarcas, justo después de que lo adquirieran desde los Cachorros de Chicago a cambio del estelar cerrador Wade Davis, y no dejó un buen sabor de boca.

Por eso, la palabra “descanso” no existió para el cubano luego del último out de la Serie Mundial entre los Astros de Houston y los Dodgers de Los Ángeles. Un patio en unos suburbios de Miami fue el lugar de la reconstrucción del jardinero como bateador, con la ayuda de Mike Tosar, un scout de los Dodgers a quien el slugger recurrió por recomendación de Pedro Grifol.

Ahora Soler parece renovado, meses después de comenzar el plan de trabajo. Perdió 20 libras de peso y se concentró en mejorar su disciplina en el plato, además de poner la carga en su pierna derecha al momento de batear.

Había una razón grande para pasar por todo este proceso. Jorge no llenó las expectativas ni siquiera a la mitad, e incluso fue a parar a las ligas menores en algún punto de la zafra.

En total: terminó la temporada con solo 35 juegos disputados, 14 hits, cinco dobles, dos estacazos de vuelta completa, seis empujadas y siete anotadas. Su promedio con el madero fue un minúsculo .144, justo como su OPS (.503).

“Tuve un año horroroso”, admitió Soler al diario Kansas City Star. “Las cosas salieron bien en las menores, pero no en las mayores.

Obviamente, había cosas que estaba haciendo de la manera incorrecta. Necesitaba hacer ajustes. Y de verdad no sé cómo se traducirá en el terreno todo lo que he hecho, pero en la jaula de bateo ha habido un cambio impresionante. Nunca me había sentido de esta manera”.

Se vio perdido

Dado su bajo rendimiento, los Reales tomaron la decisión de bajarlo a Triple A luego del encuentro del 30 de junio, a fin de que intentara recuperar la forma que alguna vez mostró con los Cachorros, la misma que lo dejaba a las puertas de convertirse en una estrella. Eso fue un punto de quiebre para el nacido en La Habana, como él mismo lo indica.

“En ese momento (del descenso), tú no quieres pensar en el mañana. Tienes esa noticia en la cabeza en la cabeza y no puedes pensar en otra cosa”, declaró. “Cuando ellos me expresaron la decisión de enviarme a Omaha, fue lo peor que me ha tocado vivir en este deporte. Sabía que no me estaba yendo bien, pero realmente no me pasó por la cabeza que eso podía ocurrir. Todo se estaba derrumbando”.

Todo indica que es ahora o nunca para Soler. Eso espera él, eso espera Kansas City, sobre todo por el éxodo de algunas de sus más grandes estrellas hacia la agencia libre luego de la pasada Serie Mundial. Incluso más que el año anterior, el toletero derecho necesita aportar al lineup del mánager Ned Yost.

“Él solo necesita estar en una situación que le permita jugar todos los días”, explicó el gerente general de la organización, Dayton Moore. “Su temporada muerta ha sido espectacular. Todo está ahí, el talento está ahí. Creemos en él enormemente”.

Números de por vida de Jorge Soler en las Grandes Ligas: