Franco Miguel Alvariño
Si hubo un cubano que demostró en el Opening Day estar listo para enfrentar la campaña fue Jorge Soler. Con un cuadrangular, un indiscutible al jardín central, dos bases por bolas y un dead ball, el oriundo de la extinta provincia Habana estuvo en tarde perfecta, remolcando tres carreras y pisando el plato en dos ocasiones.
Luego de que Jorge Soler demostrara todo el poderío de sus muñecas al desaparecer una pelota por el jardín central para empatar el choque a ocho carreras, el lanzador Brett de Geus enfrentó al slugger con las bases llenas en el cierre del sétimo capítulo, y trabajó tan cerrado que terminó golpeándolo en su pierna izquierda.
Muchas lecturas tiene esa jugada. Cuando un bateador recibe pelotazo después de conectar cuadrangular surge la polémica. El serpentinero podrá escudarse en que estaban las bases llenas y no debía permitir otra anotación. Otros coincidirán en que Soler estaba pagando, injustamente, el costo de su jonrón en la parte baja de la cuarta entrada.
También puede rondar la hipótesis de lanzarle pegado para que no pudiese estirar los brazos e imprimirle toda su fuerza a la pelota, y que más vale una carrera que cuatro.
Lo cierto es que “El Crudo” se dirigió hacia la inicial y, por suerte, el lanzamiento no tuvo mayor trascendencia, aunque su sonrisa intimidante demostraba un poco de inconformidad con lo sucedido.
A pesar de tener una participación aceptable en el Spring Training, donde fue de menos a más conectando 16 indiscutibles en 56 turnos oficiales, de ellos cinco estacazos de vuelta completa (líder entre los cubanos), quedaban algunas dudas en su forma física que, por supuesto, su ofensiva en el primer juego de la temporada las anuló casi por completo.
Ahora los dejamos con el lamentable pelotazo: