Juan Miguel Miranda, Vegueros de Pinar, Yankees de Nueva York… Ecos de gloria

Por Alexander García    Ahora mismo lo que más recuerdo de Juan Miguel Miranda es que le daba hasta por los ojos al mismo Norge Luis Vera; no eran batazos extraviados, ni rollings lentos por encima de segunda, no; le daba las líneas más atronadoras que haya podido ver, las perdía bien lejos por el […]

Por Alexander García

   Ahora mismo lo que más recuerdo de Juan Miguel Miranda es que le daba hasta por los ojos al mismo Norge Luis Vera; no eran batazos extraviados, ni rollings lentos por encima de segunda, no; le daba las líneas más atronadoras que haya podido ver, las perdía bien lejos por el left field.

   Sí señores, al mismo Norge Luis Vera en pleno apogeo, cuando la primera versión de la aplanadora machacaba a todos y Pinar daba la cara, Miranda bateaba como quería, a Vera, a Ormari Romero, a todo el mundo… Eso fue hace casi 20 años pero parece que fue ayer.

   Conozco bastante de su paso por Grandes Ligas, Nueva York Yankees y Arizona Diamondbacks; en los juegos de MVP 2009  y 2010, Juan Miguel Miranda incluso llega a jugar de regular con los Mulos, de hecho en la vida real tuvo su chance, dio buenos batazos pero nunca llegó a cuajar. Conozco de esto pero lo que más guardo es su época en Cuba, en las Series Nacionales, como sorprendió a todos desde que empezó, como se volvió un tipo prominente en el lineup pinareño, todos miraban a Yobal, a Juan Carlos Linares, a Omar Linares, a Daniel Lazo, así y todo, Juan Miguel se robó el show, se volvió foco de atención.

   Cuando Juan Miguel llega a Nueva York, una era terminaba para cederle paso a otra, el gran José Torre dejaba las riendas de los Bombarderos y Joe Girardi se aprestaba a reencontrar el rumbo, pues desde aquella derrota ante los Marlins en la Serie  Mundial de 2003, los Yankees se sumergieron en una especie de limbo y pocos avizoraban la luz.

   El pinareño llegó cuando la generación dorada tocaba a su fin, Jeter, Posada, Pettitte, Mariano Rivera, Alex Rodríguez; de hecho sondeo el entorno y más allá de números fríos o especulaciones baratas, es algo loable… No hay nada como vestir ese uniforme a rayas de los neoyorquinos.

   Estimados lectores, Juan Miguel llegó, llegó como quisieran hacer muchos que quedan en el camino, tuvo sus minutos de gloria y amen de su paso por los Diamonbacks y su andar por la pelota invernal; sin objeciones pudo validar su calidad.

   Hoy traigo la figura de Juan Miguel Miranda a la palestra; una figura medio perdida, como sepultada por el oficialismo, fue un hombre que marcó época, con un poco de mala suerte quizás pero con un talento y un porte innegables.

   Lo que más recuerdo hoy, son aquellos batazos de línea que conectaba cuando vestía la franela de Pinar del Río y como siempre, con eso me quedo.

   Nos vemos a la vuelta.

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