Conflicto entre Juan Soto y Francisco Lindor complica vestuario de Mets en MLB

Paola García

MLB

Un drama entre Juan Soto y Lindor trascendió lo deportivo y puso en cuestión quién realmente capitaneaba el equipo.

Un drama entre Juan Soto y Lindor trascendió lo deportivo y puso en cuestión quién realmente capitaneaba el equipo.

La temporada 2025 de la franquicia de New York Mets arrancó con altas expectativas (sobre todo por el contrato millonario de Juan Soto) y concluyó con una eliminación que aún sigue pesando en cada uno de los integrantes de la divisa metropolitana.

Un mal retroceso en el bullpen, lesiones, baja productividad en momentos cruciales y lo que muchos creen que fue el golpe final, una tensión crónica en el dugout entre figuras importantes como Juan Soto y Francisco Lindor. Según el periodista Mike Puma del New York Post, ambos poseen una relación sumamente fría, algo que pocos pudieron llegar a imaginarese.

Ese importante acápite se convirtió, según algunos analistas, en un factor de desunión que condenó a un equipo plagado de talento. La fricción (relacionada con diferencias de personalidad y estilo de vida) no fue un rumor de pasillo, ya que se mezcló con desencuentros visibles.

Juan Soto llegó a ser catalogado como una persona «aislada»

Tal como reporta la crónica, Francisco Lindor mantendría una actitud más relajada, interesada en la moda y en aspectos extracampo; «Soto Pacheco», por su parte, asumió un perfil mucho más serio, profesional, enfocado en sus resultados y alejado del show. Esa disparidad generó un distanciamiento que nunca se cerró.

Durante gran parte del año, New York Mets parecieron funcionar a dos motores distintos: uno poderoso, pero aislado; otro confiable, pero sin compatibilidad con el resto del cuerpo, y la diferencia de mentalidades, según quienes tuvieron acceso al dugout, fue parte de la grieta que terminó dividiendo egos dentro del vestuario.

¿Por qué la química importa tanto como los jonrones?

Sobre el papel, los metropolitanos contaban con una plantilla de estrellas. Pero más allá de ello y de las estadísticas, el béisbol se gana con sincronía, con química y con respeto mutuo, algo que faltó dentro de la escuadra comandada por el manager venezolano Carlos Mendoza.

La desconexión entre Soto y «Mr. Smile», sumada a otros roces (como el que involucró al campocorto en 2021 con Jeff McNeil tras un error defensivo) alimentaron rumores de un ambiente enrarecido, donde el talento quedaba desperdiciado.

El arranque de la temporada 2025, (45-24) pareció ser el inicio de un calendario absolutamente prometedor, pero cuando llegaron las lesiones, el desgaste y las dudas, las personalidades se cargaron. Quizá por primera vez quedó claro que en un equipo, la armonía es tan vital como los jonrones o el pitcheo caliente. El colapso 38-55 en la segunda mitad no sorprendió tanto a quienes seguían los rumores, pues el problema no era solo en el terreno, era también fuera de él.

Un drama entre Juan Soto y Lindor trascendió lo deportivo. Puso en cuestión quién realmente capitaneaba el equipo, qué clase de ambiente existía y si los egos de dos estrellas podían ser compatibles bajo un mismo logo, todo eso con un factor común: la presión de ganar con uno de los planteles más caros de la liga.

Para más información de New York Mets, haga click aquí.

Deja un comentario