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Aunque no fue en el imponente «Yankee Stadium», la fanaticada del Bronx una vez más vio la presencia de Juan Soto en el cajón de bateo, aunque en este caso sucedió desde Florida. Dicho pelotero ahora vestirá el uniforme de los vecinos New York Mets y esto ha sido un duro golpe para quienes lo disfrutaron con el uniforme a rayas en el 2024.
La jornada del lunes 24 de marzo de 2025, fungió como escenario para presenciar el choque entre New York Yankees y New York Mets en el hogar de los últimos antes mencionados, el «Clover Park».
Con un recinto a tope, los fanáticos presentes recibieron a ambos conjuntos y el grandesligas Juan Soto tuvo su accionar en la tarde floridana.
Juan Soto no pudo ser efectivo ante Yankees
El quisqueyano salió al ruedo con el mejor de los ánimos, tratándose de un encuentro totalmente diferente, ya que se estaba enfrentando a quien fue su exequipo en el 2024.
Ante Marcus Stroman, Soto asumió su primer turno al bate en la baja de la primera entrada. El abridor derecho no doblegó con facilidad y le despachó seis envíos (2-2), obligándolo a conectar un rolling para lo que fue el primer out.

Luego, en la baja del tercero aún ante Stroman, solo observó dos pitcheos que lo orilló a despachar un fly hacia el jardinero izquierdo Jasson Domínguez.
Jornada primaveral poco productiva
Carlos Mendoza, manager venezolano de Mets, decidió hacer unos cambios defensivos y retiró del juego a Juan Soto para el cuarto episodio, siendo sustituido por Tyrone Taylor.
El dominicano concluyó de 2-0 y su promedio madero en mano finalizó en .289. Para sintetizar un poco, de manera general en el Spring Training, el quisqueyano ha mostrado una excelente carta de presentación para Mets.
Con el conjunto de la Gran Manzana fue protagonista en 16 juegos, despachó 11 hits, dos dobles, cuatro jonrones, remolcó nueve rayitas y anotó 10 en su haber.
A pesar de que su presencia fue bastante controversial por lo que implicó el contexto de su salida de Yankees y su llegada a Mets, Soto disfrutó lo que fue el final del Spring Training neoyorquino.
El joven quisqueyano de 26 años de edad, llega a la novena de Carlos Mendoza con el fin de afianzar las bases de la franquicia y lograr el tan anhelado pase a playoffs e incluso, para la Serie Mundial.
Asimismo, el respeto es palpable desde su humanidad hacia su exequipo y por ende, nunca dejó de sonreír en todo el desarrollo del juego.