Kendrys Morales vs. ‘Pito’ Abreu: ¿Qué traen estos sluggers cubanos para 2018?

Daniel De Malas Andreu

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Por Juan Páez / @jmanupz

En 2017, José Abreu y Kendrys Morales atravesaron por situaciones distintas: el primero de ellos tuvo el que quizás es el mejor año de su carrera en Grandes Ligas, mientras que Kendrys pasó una temporada de ajustes y adaptación con un nuevo equipo, los Azulejos de Toronto, y no vivió sus mejores días en el club de la ciudad canadiense.




Hablando de Abreu, el nacido en Cienfuegos fue uno de los pocos puntos positivos que tuvieron los Medias Blancas de Chicago en la pasada zafra de las Mayores. Justo cuando el inicialista parecía vivir un declive como bateador de poder, explotó con el madero y estableció topes personales en imparables, dobles, triples y anotadas. Volvió a sacar 30 pelotas del parque y por cuarta campaña consecutiva empujó 100 o más rayitas.

Ahora, cuando faltan menos de 50 días para la jornada inaugural de 2018, surge la interrogante de que ofrecerá “Pito” en la venidera temporada siempre y cuando no existan mayores obstáculos (léase: lesiones, suspensiones, etc.).

Si Abreu no se durmió en los laureles y ha tenido un productivo y activo receso, podría decirse que, a sus 30 años de edad, todavía disfruta de una línea que va en ascenso. Al menos tiene razones para emocionarse, debido a que es probable que a lo largo de este año ocurra una de dos posibilidades: 1) que antes del 31 de julio esté vistiendo el uniforme de otro conjunto o 2) que los patiblancos, en pleno y emocionante proceso de reconstrucción, le brinden una extensión de contrato para terminar de construir su nuevo roster alrededor de la estrella cubana.



El slugger puede hacer de 2017 un año de partida. Una de las buenas medidas de su evolución es el porcentaje de conexiones fuertes. En la última temporada registró el más alto de su trayectoria en la Gran Carpa: 40.5 %, superior al 36.4 % de 2014. Ese 40.5 por ciento es el la decimocuarta mejor cifra del big show y la novena de la Liga Nacional.

2018 le espera a “Pito” con los brazos abiertos. Dependerá de él y de cuán saludable pueda mantenerse tener una actuación incluso por encima que la que mostró en el más reciente torneo, que lo afianzó, a la callada y sin hacer mucho ruido, como uno de los bateadores más peligrosos de las Grandes Ligas.




La tarea de Kendrys

Lo que es irrefutable en la actualidad de Morales es que el industrialista está en la necesidad de dejar una mejor impresión en el segundo año del contrato de tres campañas que firmó en 2017.

Aunque por tercera zafra al hilo jugó 150 o más veces (150), desde 2014 el toletero no ponía números tan discretos. Nada parecido a los 41 dobles, 22 jonrones y 106 impulsadas que tuvo en 2015. El año pasado ligó únicamente para .250, dio 139 hits, 25 biangulares, 28 estacazos de vuelta completa y remolcó 85 carreras, estadísticas que si bien no son malas, no son parte de la mejor versión del orgullo de Fomento.



El designado no se tomó vacaciones. Al contrario, empleó su descanso para trabajar y revertir todo lo malo en 2018.

«La vida de un pelotero profesional nunca tiene descanso”, dijo Morales a El Nuevo Herald. “Uno siempre repasa lo que sucedió en la temporada que finalizó y busca maneras de corregir esos pequeños errores que se van arrastrando y que son difíciles de borrar en plena temporada».

Ya completamente adaptado a su club, esta podría ser una temporada de mayores éxitos para Kendrys. Si no tiene problemas, se convertirá en apenas el quinto pelotero cubano en la historia de las Mayores con, como mínimo, 200 vuelacercas, 250 dobletes y 700 rayitas fabricadas, junto con Rafael Palmeiro, José Canseco, Tony Oliva y Tony Pérez.




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