Por Alexander García Milián
La polémica, el debate sano, el intercambio de ideas; las cosas que deja el deporte van desde las más variopintas de las deducciones hasta las más absurdas e ingenuas aseveraciones.
El béisbol, tocarlo en algún tema de conversación se da como la caña de azúcar que crece en los campos de la isla. Es verdadera pasión, orgullo, sentimientos, cultura, todo un componente de ese eslabón que a veces oculto en las sombras se esparce en nuestra idiosincrasia.
Hace días chateaba con una amigo en Facebook; un personaje público de los medios cubanos, cuyo nombre me reservaré por respeto y por licencia que me tomo como periodista. El me increpaba,- aún desconozco la verdadera razón- por un artículo escrito donde habló acerca de la situación del periodismo deportivo cubano.
Sus puntos de vista, que son los de muchos en Cuba, por lógica difieren de los míos, que son los de otros tantos también, dentro y fuera de Cuba. La madeja de sus opiniones versó acerca de que hay matices que se “desconocen” y subrayo el término, sobre el modo de hacer periodismo hoy día en el país.
Según él , los del problema no son los periodistas , sino los medios y los censores dentro de los medios; algo no falto de lógica pero con la acotación sencilla de que esto es otra de las tantas justificaciones que esgrimen una serie de acomodados para viajar, salir en cámara diciendo esto o aquello, y de reportear, leer , indagar , revisar , nada; es decir la autocensura se impone y esa es peor , porque lacera la libertad de pensamiento del individuo y no permite que proliferen las ideas nuevas y originales.
La libertad, el querer hacer las cosas por propia cuenta; sin vínculos con ningún partido político, con los intereses de un poder centralizado que esgrime cuanto de novedoso y diferente curse por el amplio entramado del quehacer mediático. La esencia del periodismo transita por ahí, es la que busca la verdad, con todos sus matices, la que saca a luz todo lo oscuro y nebuloso.
La autocensura la imponemos nosotros, con el gesto resignado de aguantar lo que sea y aceptar lo que venga. La verdad sale siempre a la luz, la mentira tiene, como siempre piernas muy cortas.
Nunca he negado la excelsa calidad del béisbol nacional; los peloteros que se encuentran en Grandes Ligas y los otros tantos,- casi 300- que juegan en diferentes ligas por el mundo; dan fe de que somos una potencia aún. La cuestión no va por aquí, marcha por el hecho que genera la pregunta- ¿Por qué se fueron?, ¿Por qué se siguen marchando?, ¿Por qué lo hacen cada vez más temprano?, ¿Qué hace el gobierno cubano para retenerlos?…
La situación es nefasta porqué se quedan los del nivel medio, los del escalón 2 o 3. Llegan a categorías menores, 15, 16 años; acumulando cargas excesivas de entrenamiento, condiciones nefastas de alimentación y albergue. Entonces la esperanza los llena del ímpetu necesario para lograr tan siquiera tener un sueño; el de llegar a lo más alto del béisbol,- MLB, sin objeción- para ello no importa lo que se deba hacer…
En este punto, alegó además que muchos especialistas; entrenadores, comisionados, incluso atletas; han afirmado más de una vez que el tránsito de las categorías inferiores a la Serie Nacional, no es siempre el mejor; de hecho para desarrollarse a tope se necesita más de lo normal,- cinco o seis años- ; si nos enfocamos en posiciones como la receptoría, la situación se complica aún más. De nuevo el estigma de las dificultades eclosiona; de las dificultades internas, de lo que se tiene y con seguridad me quedo corto.
Las culpas no deben ser siempre en ningún caso de lo externo, del gastado bloqueo, del “ robo ” de talentos y subrayó porqué la conciencia humana es frágil y el que se va , lo hace con total conciencia; bajo los móviles lógicos de alcanzar mejores condiciones de vida, tener una solvencia económica que les permita vivir con decencia. El “pollo del arroz con pollo” está al interior y lo sigo viendo así,… ¿Qué se puede hacer?, ¿Qué mejorar?…
Para casi cerrar, otro eslabón,- tal vez el de más importancia- eleva las preocupaciones a un punto inconmensurable. Hoy el “paquete” mantiene actualizada a gran parte de la población que sigue los deportes; las Grandes Ligas llenan un buen espacio en las ofertas deportivas y entonces la televisión, los medios en general se hacen los de la vista gorda y la burla crece, crece de a todas; por un lado viendo a los cubanos en el primer nivel del volley, el boxeo y la pelota , por otro diciendo que no,… bueno diciendo nada , haciendo ver qué es esto y no aquello,… que los que están son los elegidos, los únicos y?… ¿ Los que no están?…. ¿ Se esfumaron?… ¿ No existen?
De mentiras y engaños no se puede vivir… Ya lo decía el célebre poeta Khalil Gibran…Puedes olvidar a aquel con el que has reído pero no aquel con el que has llorado… ¿Es pertinente el olvido, la desmemoria?… Entonces la decencia, el intentar decir lo que otros callan y defienden, algo que siempre ha existido, estará ahí, al voltear la cabeza y tras mirar al lado, volver los ojos al frente…