La Serie 59 y el día después de mañana

Por Alexander García Milián

Para muchos esta Serie 59 es la de las sorpresas, una de las temporadas donde más predomina la paridad, el campeonato del encuentro, el año del desagravio.

Para otros es otro capítulo oscuro de nuestro béisbol, una página amarilla dentro del libro de leyendas que ha escrito la pelota en Cuba; en este caso de leyendas urbanas, historias de desaparecidos, destierros y rechazos.

Pero démosle de a una al tema…

Ya la presente edición de la competencia se adentra en su fase final dentro de la primera ronda clasificatoria y los pronósticos se tornan impredecibles si miramos el orden de la tabla.

A estas alturas nadie podía pensar que equipos como Camagüey, Santiago, Sanctis Spiritus y Matanzas estuvieran topando los cuatro primeros lugares del torneo.

En el caso de espirituanos contaban con el aval del bronce en la edición 58 pero nada avizoraba este paso; menos aún Toros, Avispas y Cocodrilos.

La incredulidad rebasa el pensamiento y al ver elencos como Industriales, Pinar del Rio, Villa Clara y Ciego de Ávila, luchando por el lugar ocho-último puesto a los comodines- las cavilaciones más profundas nos llevan otra vez a la misma pregunta- ¿ dónde estamos?-

Más aún, cuando observamos las estadísticas y vemos el pitcheo de la Serie casi en cinco puntos, la defensa peinando los 970 y el bateo por encima de 290, la cosa es de risa; pues si bien es cierto que los números no aportan matices completos al análisis del juego; la realidad de los choques que se ven por televisión o se siguen por la radio lo dicen todo; el momento es gris.

Si a ello le sumamos las burdas justificaciones de siempre- momentos malos tiene cualquiera, como se mire es un espectáculo y el nefasto… mejoraremos- entonces aquí, deberíamos echarnos a llorar pero somos masoquistas y la pelota esta enquistada en nuestros genes.

No es menos cierto que ver a un elenco como el santiaguero retomando posiciones es algo para el agrado del fanático; también tener a una selección plagada de estrellas como la de Camagüey, aportando un juego bonito, pimentoso, lleno de fuerza, de esos que no se ven, esto le da bastante oxígeno al evento pero son más las dudas.

Al mirar a equipos colmado de figuras como los ya mencionados Pinar y Villa Clara, no entendemos que pasa, nos preguntamos que no funciona, para el nivel que tiene la pelota cubana, no es comprensible que estos elencos estén tan atrás; ¿ No será la falta de ganas?; una interrogante algo obvia pero los acontecimientos no me hacen pensar otra cosa.

Por ahora, la Serie 59 sigue esperando al día después de mañana… ¿Que pasara?

Nos vemos a la vuelta.

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