Por Alexander García Milián
Seguro es porque el azul es mar, es vida, es sinónimo de inmensidad, es esperanza, es ilusión. Tanto dicen los colores en su amplia gama sobre sensaciones kinestésicas, sobre dolores, alegrías, sobre el hedor profundo de la bilis al tragar un buche amargo por una situación incomoda. El azul de Industriales, del equipo de la capital de Cuba evoca tantas cosas, tanto deja, tanto esconde y entrega a la vez…
El celebre escritor japonés, Haruki Murakami,- para muchos el próximo nobel de literatura-; cuenta entre sus obras con una novela leída por mí a incios de años: Los años de peregrinación del chico sin color. La novela refleja el flujo existencial de un joven que se queda solo, abandonado por sus amigos y debe luchar con miles de artilugios para salir adelante… Soledad, angustias; sensaciones que se mezclan al paso de la lectura pero también, Murakami como excelso maestro de la técnica narrativa se valió de los colores para simbolizar la necesidad del hombre de representar en un elemento sus frustraciones, sus esperanzas, sus dudas, todo.
El final, el desenlace, lo bueno de la historia,… jaa… estimado lector no se lo cuento busque el libro para que sepa… Sigo, haga usted lo mismo, que lo importante del artículo viene ahora… Es que aquí, en este punto, vuelve el azul a topar las cosas, tal vez podamos entender el arraigo y la antipatía que provoca Industriales en el universo béisbol que se extiende por toda la Isla. Unos hasta en el Oriente lo adoran, otros lo detestan, al punto que en un juego Industriales- Antillana de Acero, le van a Antillana… El azul engancha y enoja…
Desde Ramón Carneado y esa banda de Pedro Chávez, Urbano González y compañía, pasando por Capiró, Anglada, Pedro Medina, Marquetti, luego Tabares, Padilla, Javier Méndez, Orlando Hernández su hermano Liván, Arocha, Bárbaro Garbey, hasta los más actuales, Malleta, Rudy Reyes, Urgellés- se que se quedan varios,… perdón, es solo para citar a algunos de los más encumbrados- ;… Toda esta pléyade de jugadores engrosan una amplia lista de figuras también amadas y odiadas en el béisbol cubano… Es que Industriales es así, fuego y pasión hasta el final…
El día de lo impensado
Es medio extraña aún la sensación que siento al escribir este artículo; yo,… quién hasta hace unos años era del bando de los detractores, ahora le escribo una especie de oda o crónica narrativa a los Industriales. Yo el matancero que le va a Villa Clara, yo el guajiro de Calimete con ínfulas de capitalino hablando de algo que nunca imagine hablar pero bueno es que tal vez, por mucho, el fenómeno industrialista es lo que sostiene, lo que le da vida todavía a las Series Nacionales; es lo que mueve opiniones de peso en la prensa, es lo que más despierta interés,… ¿Quién será el director?, ¿Quién se queda fuera del quipo?,… ¿Contra quién juega Industriales?…Son preguntas del acervo cotidiano que levantan el día del panadero que madruga para vender sus panes a peso, y no sabe si la cuenta le de al final… O del barrendero que respira profundo para no caer antes de iniciar sus faenas del día…Industriales es un dilema, un artilugio de la cultura cubana desde su nacimiento…
En tiempos de crisis dicen que afloran las buenas ideas; en momentos donde la pelota en Cuba está para echarse al suelo y comenzar a llorar,… tal vez crea que la tabla de salvación pase por reavivar la furia del industrialismo, por mover todos los hilos que pueden unirse para bien del béisbol cubano si Industriales gana la Serie…
En esta temporada 58, con Anglada en su segunda versión como director, las cosas pintan para que en el aniversario 500 de La Habana, 8 años después de ganar su último campeonato, Industriales con su “banda” de jóvenes y veteranos de alce con una nueva corona…
Quería escribir algo sobre el tema, sobre Industriales, porque en el juego de ayer contra Camagüey los vi jugar y ví a una selección diferente, a algo distinto, a un equipo que parece ser de diez o doce años atrás; jugaron fuerte, con garra, sin miedo, buscando la jugada “chiquita”, saliendo a dar “el palo” a la hora buena;… ese es el béisbol que se quiere señores,… estimados lectores, esa es la pelota que nunca muere…
Ya ven, nunca lo pensé, lo hice y no me arrepiento,… amo el béisbol como el que más y con eso basta… Diga usted lector…