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Lázaro Vargas fue uno de aquellos peloteros que marcó una época en el beisbol cubano, sobre todo, en la capital. En conversaciones con nuestro medio de comunicación Swing Completo, el otrora dorsal 20 de los Industriales rememoró varios momentos inolvidables de un tiempo que fue tan lindo como difícil, para muchos de estos jugadores.
Es de conocimiento público que las condiciones a las que se enfrentaban los peloteros cubanos en las lides nacionales eran paupérrimas. Desde falta de agua, buses en malas condiciones, mísera paga, poca indumentaria hasta dormir en las gradas de los estadios para evitar los mosquitos y el calor.
Años después, Lázaro Vargas decidió recordar y narrar, de primera mano, aquellos pasajes que para el público extranjero e incluso, algunos cubanos, parecen relatos de ficción.
Lázaro Vargas habló sobre condiciones de hospedaje y paga
No es primera vez que algún pelotero de los que lucieron en el beisbol cubano cuenta cómo eran las condiciones a las que se enfrentaban mientras estuvieron activos. Sin embargo, el hecho de escuchar varias veces estas historias no las hacen menos sorprendentes. En ocasiones, por el contrario, siempre hay detalles nuevos que hacen reaparecer nuevas interrogantes.
«Aquella generación por 3.20 pesos creo que era la dieta por cada programa, es decir, el domingo que era doble juego te pagaban lo mismo«, expresó Lázaro Vargas.
Pero los doble encuentros tenían horarios bien difíciles. O sea, no se enfrentaban al mero hecho de jugar par de desafíos seguidos, sino que lo hacían bajo el duro sol tropical, muchas veces sin agua en los estadios y, menos que menos, climatización.
«No sé si se acuerdan de los doble juegos los domingo. Se empezaba a jugar a la una de la tarde y eran las ocho de la noche y todavía estabas jugando pelota en el Latinoamericano. Bueno, por ese doble encuentro te daban 3.20 igual», recalcó, refiriéndose a la pésima paga que recibían.
No obstante, recordó que muchos de los «caballos» de entonces se enfrentaron a lo mismo, y aun así, se las arreglaban para dar la mejor versión de sí.
Muchos de los problemas que denuncia Vargas, se mantienen
«Tú te imaginas con qué respeto tú salías al terreno. Y en aquel momento no había hoteles. Y nos transportabamos en guaguas (ómnibus) y carros que se mojaban más por dentro que por fuera. Colchón para las gradas (a la hora de dormir) porque los mosquitos te levantaban en peso. Yo sí viví todo aquello, y como yo, lo vivió El Duke (Orlando Hernández), René Arocha, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Omar Linares, Luis Giraldo Casanova. Todos vivimos aquello de coger el colchón y dormir en la grada. Eso es inolvidable«, concluyó.
Es admirable como muchos de estos peloteros salían a dar un verdadero espectáculo al terreno y lograron verdaderas hazañas, a pesar de las pésimas condiciones que vivían. Recordemos que, además, muchos de ellos siquiera tenían casa propia, o vehículo y estaban contratados en otros centros de trabajo para recibir una mayor remuneración.
Lo más triste de todo es que muchos de los problemas que sufrió Vargas, se mantienen vigentes en el beisbol cubano más de dos décadas después.