Sin lugar a dudas, Lázaro Vargas fue uno de los peloteros más icónicos del beisbol cubano, y sobre todo, en la capital. El otrora tercera base de los equipos de Industriales hizo méritos suficientes para ser considerado como uno de los mejores de la historia de la pelota antillana en su posición.
De hecho, el antiguo dorsal 20 de los azules alcanzó números impresionantes durante 22 campañas desde su debut en 1981. Sin embargo, la tuvo difícil para lograr el protagonismo en eventos internacionales, pues Omar Linares era dueño indiscutible de la esquina caliente en los equipos Cuba.
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Aun así, el siempre controversial Lázaro Vargas fue dos veces campeón Olímpico (Barcelona 1992 y Atlanta 1996). Incluso, en uno de estos, realizó un hito sin precedentes. En la final de la lid con sede en la ciudad condal española, se convirtió en el primer pelotero en concretar un ciclo ofensivo (hit, doble, triple, jonrón) en citas bajo los cinco aros.
Lázaro Vargas fue líder en hits en dos Series Nacionales
Lázaro Vargas jugó por los equipos de La Habana durante 22 Series Nacionales. Durante este periodo, siempre con los Industriales, se alzó con cuatro títulos, alcanzando el primero de ellos en la campaña 1985-1986. Ese año encabezó a los bateadores en anotadas y hits.
Respecto a este último liderato, esa fue la segunda vez que Vargas se alzaba con la corona de indetenibles. Ya había dominado este importante acápite en la zafra 1982-1983, su segunda contienda en el beisbol cubano.
Desde 1985 y hasta 1995, Lázaro Vargas mantuvo el récord de la racha más larga de partidos consecutivos bateando de hit (31).
En los años 90 y principio de los 2000, el nacido en el Cerro fue pieza clave en el icónico conjunto capitalino. Lázaro Vargas ayudó a Industriales a conseguir los títulos nacionales de las temporadas 1991-92, 1995-96, 2002-03.
Por supuesto que su rendimiento en los torneos domésticos hizo que le buscaran un hueco en el equipo Cuba. Lázaro Vargas asistía tanto como emergente, como inicialista o designado, pero había que llevarlo.
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Además de los mentados oros Olímpicos, también ganó dos Juegos Panamericanos (Indianápolis 1987 y La Habana 1991), igual número de Juegos Centroamericanos (Santiago de los Caballeros 1986 y Ponce 1993). Además, fue campeón de tres Copas Intercontinentales (La Habana 1987, Puerto Rico 1989 y Barcelona 1991).
Claro que sus grandes logros están acompañados de excelentes estadísticas individuales durante sus más de dos décadas en el beisbol de la Isla. Lázaro Vargas se retiró con promedio ofensivo .317, 2133 sencillos en 6738 veces al bate. Conectó un total de 310 dobles, 50 triples, 108 jonrones, 1065 empujadas y 1109 anotadas.
Estos dígitos e hitos cierran la discusión, Lázaro Vargas fue el mejor antesalista de la historia de Industriales, el equipo más icónico de la pelota cubana.
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Más allá de su calidad, Lázaro Vargas es también recordado por su temperamento. Fue tan querido como odiado por los aficionados del pasatiempo nacional cubano debido a su forma de jugar y su actitud en el terreno.
Por ejemplo, tenía una manera muy peculiar de arrastrar el madero hasta home que llamaba mucho la atención e incluso llegaba a molestar a sus detractores.
Asimismo, imborrables son las imágenes del pleíto que inició en un duelo entre Vegueros e Industriales tras un roce con Juan Castro al deslizarse en el plato. Como esta querella, protagonizó muchas otras durante sus años como pelotero.
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