El béisbol no para de sorprenderos con increíbles joyas que enaltecen lo maravilloso de este deporte. Pero, cuando hablamos del potencial en tiro dentro del terreno, es imposible dejar de hablar del cubano, José Adolis García, quien lució imponente la noche del 18 de julio frente a Tampa Bay Rays, a pesar de que la sentencia no fue la esperada por su parte.
Junto a este increíble momento que se vivió en el «Campo de Globe Life», hogar de Texas Rangers, también fue protagonista en esa misma jugada el cubano, Randy Arozarena, quien dio el sello final para sentenciar un momento inolvidable.
La situación se desarrolló en la parte alta del segundo inning. En la caja de bateo tomó el turno el carismático, Randy Arozarena, ante los lanzamientos del abridor de Rangers, Nathan Eovaldi.
En cuenta de una bola, dos strikes, sin outs y con las bases vacías, el cubano decidió impactar una bola rápida de cuatro costuras a 95.9 MPH.
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El contacto con la esférica terminó con una fuerte línea que se internó en el terreno de Adolis García y que en primera instancia pintó convertirse en un extrabases.
García, haciendo uso de sus habilidades con el guante atacó de inmediato la pelota, dio un elegante giro para colocarse en una posición adecuada y sin perder tiempo lanzó un cohete impresionante hacia la intermedia.
Sin embargo, Arozarena llevó su velocidad al límite y confiando en la resistencia de sus piernas se embaló para segunda base, en donde finalmente se lanzó de cabeza casi similar a la llegada de la pelota al guante de Corey Seager.
De inmediato, la sentencia fue un rotundo safe y en forma de juego, como mejor ellos se entienden, Randy le realizó a García la seña de «no» con su dedo en respuesta de que le había ganado la batalla, mientras este sonreía en los jardines viéndolo disfrutar su doblete con su peculiar cruce de brazos.
A continuación, podrán disfrutar del video de la jugada: