Cuando no tienes un puesto seguro en el line up debes aprovechar cada oportunidad que te den. Y eso es precisamente lo que está haciendo el inicialista cubano Yuli Gurriel en el segundo partido de la serie entre Miami Marlins y Pittsburgh Pirates.
Yuli llevaba tres partidos sin ser titular y en sus últimos cinco turnos no había podido conectar de hit, además, sumaba más de 20 turnos sin remolcar carreras para su equipo.
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El juego entre Piratas y Peces fue reñido de principio a fin, tal y como resultara el primero de ellos, tanto así que la decisión no pudo concretarse en nueve entradas.
Los Bucaneros lograron marcar en la alta del décimo, por lo que los locales estaban contra la pared. Con Bryan de la Cruz en segunda como corredor fantasma y tras un rolling de Jesús Sánchez que llevó al corredor a 90 pies del home y un boleto a Garrett Cooper, le correspondió a Yuli Gurriel la tarea de traer el empate a toda costa.
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En conteo de un strike sin bolas, el relevista David Bednar le repitió la recta a Gurriel y éste hizo lo que le tocaba, conectó un largo fly al jardín central, cerca de la zona de seguridad, para que la tarea de De La Cruz fuera sencilla y de esa manera le dio vida a su equipo.
Para Gurriel fue su empujada 15 de la temporada y la 450 de su carrera en Grandes Ligas, siendo el cubano 21 en alcanzar esa cifra en la Gran Carpa y quedando a siete de igualar a Yuniesky «Riquimbili» Betancourt y meterse en el Top 20 de su país.