Una noticia triste se dio a conocer en la noche del lunes 23 de septiembre, que involucró a un deportista nacido en Cuba. Se trató del caso del luchador grecorromano Alan Vera, quien falleció en Estados Unidos, a la edad de 33 años, producto de las complicaciones de un infarto que sufrió.
La información fue dada a conocer por el exluchador Roly Dámaso en su perfil en la red social Facebook. Según la citada fuente, el gladiador no pudo sostener su batalla por la vida y sufrió la más costosa de sus derrotas.
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Alan Vera pereció en un hospital de New Jersey, en el que se encontraba ingresado en la sala de cuidados intensivos desde hace casi dos meses, pues el pasado 31 de julio una afección cardíaca lo colocó en esa situación.
El luchador, originario de Santiago de Cuba, perteneció a la escuadra cubana de la disciplina, pero en el año 2016 abandonó una delegación de la isla y comenzó una nueva etapa en su carrera deportiva. Alan Vera aprovechó el marco del torneo preolímpico que se desarrolló en Frisco (Texas) y desertó.
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Alan Vera hizo historia en la lucha de Estados Unidos
Los lauros del indómito en el país de las barras y las estrellas fueron en constante ascenso. El caribeño hizo historia en el año 2020, cuando se tituló Campeón Nacional de los Estados Unidos, lo que lo convirtió en el primer luchador grecorromano natal de Cuba que se adueñó del pergamino mayor en el primer nivel de la norteña nación.
Alan Vera no pudo vestir el traje de su país de adopción en Juegos Olímpicos, pero sí lo hizo en justas universales y otros eventos de rango. El deportista, en el momento de su deceso, era considerado el segundo mejor representante de la división de los 97 kilogramos en la Unión Americana de Luchas.
El atleta estaba casado con la rusa Elena Pirozhkova, otra integrante de las selecciones nacionales de Estados Unidos en el deporte de la Lucha. Ambos se convirtieron en padres hace pocos meses, pero la tragedia se interpuso en sus caminos.
Alan Vera dejó su impronta en el deporte cubano y estadounidense, con victorias dentro y fuera de los colchones. Sin embargo, la mu*rte lo proyectó y no le dio más oportunidades.
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