El resurgir de San Diego Padres en esta parte del calendario se debe a una de sus piezas más recientes. Luis Arráez llegó a la novena californiana de la mejor manera, dejando en evidencia lo valioso que es para la alineación titular debido al récord que ostentan en la actualidad (25-25). Ahora bien, para el último encuentro ante Atlanta Braves en el Truist Park, el venezolano se lució con una sensacional joya defensiva.

Es normal que en estas instancias apreciemos la facilidad con la que Luis Arráez impacta la esférica de manera ágil, llevando la pelota a distintos lugares del terreno de juego. Misma habilidad que lo ha hecho acreedor de dos títulos de bateo (2022 y 2023). Sin embargo, cuando le toca defender la intermedia lo hace de manera extraordinaria.

Para el último juego de la doble tanda que se reprogramó para este lunes 20 de mayo, el manager Mike Shildt lo inscribió como primero en el orden y defensor de la segunda base.

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Luis Arráez mostró elegancia en el cuadro

Precisamente Ozzie Albies abrió la conclusión del quinto inning, con la pizarra en contra (2×0) ante los envíos del derecho Randy Vásquez. Después de estar en conteo de 0-1, se ajustó a una recta de cuatro costuras que viajó a 93.8 MPH. La bola salió con un rebote complicado, pero no fue problema para «La Regadera».

El criollo notó la intensidad con la que la esférica se acercaba cada vez más a su territorio. Dio un paso hacia atrás, se apoyó de su mano derecha para no perder el equilibrio, y con un giro en cuestiones de segundo, apuntó exactamente la mano enguantada del inicialista Jake Cronenworth para el primer out del episodio por la vía 4-3. El nacido en San Felipe se llevó los aplausos de los fanáticos que hicieron acto de presencia en el estadio por su manera impecable de gestar la jugada.