Por Daniel De Malas Andreu Bonilla
Se llama Marcos Sánchez y dejó muestra de su talento en su Cuba natal, además en Brasil y Chile, este último lo catapultó a los Estados Unidos donde se incorporó al béisbol universitario en el 2018.
Marcos Sánchez debutó con el Southeastern Community College en Iowa, ha tenido participación en la liga de verano, jugando en Indiana con el equipo Kokomo Jackrabbits, donde logró el segundo lugar.
Fue seleccionado para formar parte en Juegos de Estrellas y en la actualidad pertenece al Texas Wesleyan University, equipo que se desempeña dentro de la NAIA, en el béisbol universitario.
Sánchez tuvo presencia en 117 juegos con un averaje de 387, un OBP de 483 SLG de 611, empujando 110 carreras. Estos números fueron logrados en la NJCAA, asociación inferior a la que desempeñará este año.
Con este joven habanero conversó SwingCompleto, sobre sus inicios, presente y planes futuros.
¿Cómo te inicias en el béisbol?
Empecé bien temprano a los cinco años, en El Pontón de Centro Habana con el profesor Nicolás Reyes y Casuso hasta la categoría 11-12, después pasé con otro profesor, que se llama Yulien Pérez, de ahí en adelante cada categoría tenía su entrenador.
¿En qué posiciones te desempeñabas?
Como bateador y lanzador hasta la categoría 13-14, que me dediqué más a lanzar, aunque seguía bateando.
¿En qué competencias participantes en ese período?
Desde la categoría 9-10 integré todos los equipos de La Habana, obtuvimos el primer lugar en cada uno de los campeonatos nacionales que disputamos, era muy buen equipo, donde casi la mayoría de los jugadores juegan actualmente a un alto nivel.
En el 9-10 resulté ser el jugador más valioso y en el 11-12 integré el equipo Cuba a Venezuela donde quedamos campeones, después de eso solo integré preselecciones para el equipo Cuba y también me destaqué en el sub15 nacional con 10 victorias y 1 derrota.
¿Cómo valoras tu experiencia en el equipo Cuba?
Cuando fuimos a Venezuela estábamos muy bien preparados, hicimos la preparación en Ciego de Ávila y después en el Latinoamericano, era algo muy emocionante para mí, fue mi primer viaje y todo me resultaba nuevo.
Contra Venezuela fueron juegos muy cerrados pero me fue bien, obtuve 2 victorias sin derrotas y logré lanzar un no hit no run, pero lo mejor fue que ganamos el campeonato.
¿En qué años sales de Cuba?
Me voy de Cuba en enero de 2015 hacia Brasil, pero siempre con la mente en el béisbol, que era mi primera opción.
¿Pudiste practicar béisbol durante tu estancia en Brasil?
Estuve alrededor de dos años y medio allá y jugué varios torneos y entrenaba en un centro de entrenamiento, como si fuera una academia de béisbol, pero solo como lanzador.
Coméntanos un poco más de la experiencia en Brasil
Las condiciones eran de las mejores en el centro de entrenamiento, tenía todo lo que necesitaba, desde terrenos, cages y gimnasios. Era muy buen lugar para desarrollarse.
Estuve con algunos entrenadores que eran dominicanos y el resto brasileños, el nivel de los torneos es normal, todo depende de como los equipos se preparen y los jugadores que puedan llevar a cada competencia.
El evento más fuerte es el de fin de año, donde reúnen a varios jugadores con experiencia en el béisbol profesional y en las Series Nacionales de Cuba.
¿En qué ciudad radicabas?
Yo viví en São Paulo, donde prácticamente se juega el mejor béisbol de Brasil.
¿Luego de ese período partes a Chile?
A mediados de 2017, específicamente para Santiago.
¿Dónde apreciaste más desarrollo en el béisbol, en Santiago o São Paulo?
Realmente Brasil como país está más desarrollado que Chile en el tema de campeonatos, organización y estructuras que ayudan a tener mejores resultados y desarrollar a los atletas para que consigan jugar a un nivel profesional, pero el mejor torneo es en Chile.
¿Cómo se desarrolló tu trabajo en Chile?
Participé en la liga LBOC, entrenaba casi todos los días con mi padrastro Irait Chirino y con Donay Fernández e iba al gimnasio en la mañana antes del trabajo.
Cuando salí de la liga estaba de líder en todos los departamentos, tanto de picheo como de bateo, me sentía súper bien.
¿Cómo fue el proceso para tu llegada a Estados Unidos?
A mediados de la liga me informan que va a ir una persona que recluta jugadores, gestionado por Mario Fernández a ver los juegos, me hacen unos videos, más enfocados en mi actividad como lanzador.
Días después, el señor manda una oferta de una universidad para jugar y estudiar durante dos años en Estados Unidos, todo sin pagar nada, desde allí varias personas junto a mis padres en Chile comenzamos a hacer los papeles para la visa.
Todo salió rápido y en 20 días ya estaba en Iowa preparándome para la temporada del béisbol universitario.
¿Tuviste alguna información previa para saber lo que ibas a enfrentar?
Desde que me informaron de esa universidad, lo primero que me comentaron era sobre el coach y su exigencia.
Intenté averiguar sobre la cuidad que iba y desde que vi las temperaturas bajo cero y tanta nieve me impresioné, era algo bien extremo que no había vivido antes.
¿Fue complicado adaptarte a ese nivel?
Llegué el 8 de enero de 2018, me recogió un profesor universitario, pero yo no sabía inglés, me hablaba y no sabía lo que me estaba diciendo, sólo entendí cuando dijo mi nombre, hasta que uno de los compañeros de equipo, que era dominicano me empezó a traducir todo.
Desde el primer día, a pesar de no dominar el idioma inglés, el profesor nos trataba a todo por igual, no le importaba, te explicaba una vez las cosas y ya. No sentí nada de presión, pero tenía una forma diferente de explicar y de jugar.
Al principio como todo, los cambios son difíciles, desde el idioma, la comida, los horarios, volver a la escuela me fue difícil a este nivel. Tenían algunos cursos de inglés para estudiantes de otros países y me ayudó muchísimo.
¿Qué carrera estudias?
Estoy estudiando negocios.
Es todo muy diferente a lo que venías experimentando
Bien diferente, la puntualidad en todo tiene que ser perfecta. En los entrenamientos tengo que esforzarme en cada pelota que lanzo, cuando corro o bateo, en todo debo dar el máximo.
De verdad que era otra forma de entrenar y jugar, siempre enfatizaba en los drills y los detalles pequeños del juego, elementos a los que nunca le había prestado atención. Todo tenía que ser a la perfección, para tener resultados y poder jugar.
¿Sentiste en algún momento deseos de renunciar a esa oportunidad?
En las primeras semanas si me pasó por la cabeza, porque era prácticamente sin tiempo para nada, desde las 5 de mañana hacer gimnasio, después a las clases, luego salir para entrenar defensa, pichear, batear, entrenamiento general con el equipo universitario y para terminar preparación física hasta las 8 de la noche, era algo muy diferente a lo que estaba acostumbrado.
¿Cómo fue el apoyo de tus compañeros?
Siempre, pasara lo que pasara, los muchachos nos apoyábamos todo el tiempo, porque el objetivo de cada uno era ser mejor y con eso mejorar como grupo también.
¿En qué asociación compite tu universidad?
En la que estaba competía en NJCAA, allí estuve dos temporadas, mis primeras en el béisbol universitario y en la que estoy ahora es la NAIA, una asociación superior.
¿Por qué cambiaste de universidad?
En la NJCAA solo puedes estar dos años y entonces tiene que transferirte para una universidad de 4 años.
¿Cómo valoras el nivel y la exigencia entre un nivel y el otro?
El nivel depende de la calidad de la escuela y el dinero que tengan para reclutar a los mejores, pero al ser una universidad de 4 años se supone que es más exigente, pero no siempre es así, todo está en la mentalidad que tengas y el objetivo del equipo y de los coach también.
La ayuda que tiene la universidad de cuatro años es que ellos tienen peloteros de más experiencia, no así en la de dos años, por lo que llegan mejores a la de cuatro años. Son escuelas que son mucho más cara y para ser elegible también tienes que tener muchos requisitos, sobre todo para los estudios.
¿Planes para esta nueva temporada?
Mantener mis números o mejorarlos y hacerlo lo mejor posible para poder ayudar al equipo en lo que pueda y llevarlos a la Serie Mundial del béisbol universitario y en lo personal ingresar al draft este año.
En el verano voy a estar jugando en Minnesota y va a ser también una buena oportunidad, es una liga de buen nivel.