Por Boris Luis Cabrera
Los Toros camagüeyanos, cansados de esperar durante 15 entradas consecutivas por alguna manta roja que los enfureciera para entrar resoplando al ruedo, embistieron contra el color azul tras la salida de Pavel Hernández y crearon el pánico en los graderíos del coloso del Cerro.
Durante cinco capítulos, logró el joven de 20 años mantenerlos arrinconados detrás de la línea de ataque amansando a prospectos y veteranos mientras sus Leones devoraban al zurdo Dariel Góngora en el segundo episodio marcándole dos rayitas remolcadas por Yoandry Urguellés y el “torito” Barcelán y le pisaban la goma del plato una vez al relevista Erisleri Basulto cuando otra vez Urguellés se impulsaba a si mismo desapareciendo la bola por encima de los colchones.
Parecía ser uno de esos días de orgullos capitalinos, de cornetas y fanfarrias enloquecidas retumbando en los míticos muros del Latinoamericano, de banderas azules y de rugidos interminables por los históricos pasillos del estadio.
“Trabajé con la recta que es mi principal lanzamiento y creo que la clave estuvo en que pude dominar el cambio, la cutter y la slider”
“Me sentí bien, sereno y relajado buscando siempre ubicar los lanzamientos donde me pedía mi cacher y con la convicción de que mi dirección estaba pidiendo bien cada lanzamiento”
“Toda esta semana estuve trabajando en cada una de las deficiencias de salidas anteriores y recibí muchos consejos que me permitieron sentirme cómodo y lograr hacer mi trabajo”-Declaraba Pavel cuando el choque iba a entrar en su último tercio, casi con la victoria en sus bolsillos.
Pero así es el béisbol, con la entrada al montículo del novato Erick Christian González, la brava tropa de Miguel Borroto soltó amarras y rompió la talanquera que los había tenido alejado de las almohadillas para empatar el partido y luego dejar moribunda a las fieras capitalinas sobre el terreno de juego, cayendo también sobre los envíos de Héctor Ponce para cerrar el marcador final 6-3 a su favor.
Marino Luis en tarde perfecta (4-4) remolcó una, el emergente Eglis Eugellés empujó otra, y el dúo de Luis González y Humberto Bravo trajeron a casa a un par de Toros más cada uno para completar la remontada y definir el choque.
Mientras tanto, Roger Trench, con apenas 19 años en sus costillas, retiraba por su orden a los siete bateadores que se le pararon en la caja de bateo para anotarse su segundo triunfo de la campaña.
Con esta derrota, los Industriales vuelven a caer al noveno puesto en la tabla de posiciones, fuera de la zona de comodín, con balance de 13 y 12 a cuatro juegos completos de la cima.