Martín Dihigo elegido en equipo ideal centenario de la LMB

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Antes de que existieran figuras de la talla de Yordan Alvarez, Aroldis Chapman, Randy Arozarena, Luis Tiant y compañía, había un Martín Dihigo, quien fue uno de los exponentes más memorables que tuvo Cuba en el béisbol de Major League Baseball (MLB). No en vano es parte del Salón de la Fama.

Su inducción a Cooperstown se dio ya mucho tiempo atrás, hace casi medio siglo, en 1977, año en el que recibió los votos del Comité de Veteranos de las Ligas Negras, circuito en el que Martin Dihigo dejó su estela.

Al estilo que acostumbra alguien como en la actualidad Shohei Ohtani, el cubano destacaba tanto en la lomita como en la caja de bateo. Esto se ve reflejado en sus números al dejar récord de 27-19, con un promedio de carreras limpias recibidas de 3.34, con .246 ponches.

Martín Dihigo uniformado con el equipo de Cienfuegos

Sin embargo, a la ofensiva también destacó, con un average por encima de .300 (.307). Además, dio unos 68 cuadrangulares e impulsó 307 rayitas. A raíz de esto fue nombrado All Star de Negro League, competición en la que se desempeñó más de dos décadas, entre 1923 y 1945.

Martín Dihigo dejó huella en la LMB

No obstante, no solo en Estados Unidos dejó su estela, sino que también lo consiguió en la tradicional pelota mexicana, que tuvo un auge a principios y mediado del siglo XX. Incluso, en este 2025, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) celebra su centenario ya ha decidido publicar este 27 de febrero el Equipo Ideal.

Entre los mejores peloteros históricos que salieron en la nota elaborada por la página oficial de LMB, aparecía el nombre de Martín Dihigo, quien estableció grandes marcas allí y 100 años después todavía se le recuerda.

El antillano entró en el grupo de lanzadores ya que tiene en su haber un espectacular registro de .67.6% de victorias con al menos 1.000 entradas lanzadas. Un récord que no se ha emulado hasta el momento en la mencionada competición.

“También apodado «El Maestro», fue una figura cubana que actualmente está incluida en cinco Salones de la Fama. En 1937, se convirtió en el primer pitcher que lanzó juego sin hit ni carrera en la historia del circuito. Fue también el primer bateador que conectó 6 hits en 6 veces al bat. En 1938 consumó la hazaña de ser campeón bateador (.387) y lograr la triple corona de pitcheo”, dice el reporte hecho por la LMB en su página web.

Otros lanzadores galardonados fueron José Peña, Francisco Campos, Salomé Barojas, Ángel Moreno, Vicente Romo, Isidro Márquez, Alfredo Ortiz, Ramón Arano y Jesús Ríos.