El hasta hace poco pitcher de Chicago White Sox, Kenyan Middleton, ofreció unas fuertes declaraciones sobre el mal trabajo que caracteriza a su antigua franquicia.
“A perro flaco todo lo que le caen son pulgas”. Esa pudiera ser la descripción de la situación de los patiblancos en esta temporada, luego de las declaraciones de su exlanzador.
La imagen mediática del club de Grandes Ligas se viene abajo luego de competir sin opciones por la clasificación a la postemporada del mejor béisbol del mundo.
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Si a eso se suma la revuelta de la que fue protagonista Tim Anderson, el problema personal entre el ya mencionado infielder y Yasmani Grandal, y las acusaciones de Middleton, se puede suponer que arde el dogout de los de «La Ciudad de los Vientos».
El lanzador relevista, según un artículo del reportero de ESPN Jesse Rogers, dijo que en la franquicia de Chicago no existían las reglas. Ello refiriéndose a las continuas faltas a la ética y el compromiso deportivo de muchos atletas y directivos de la entidad.
Panorama complejo en las filas de Chicago White Sox
“No hay reglas o pautas a seguir porque cada uno hace lo suyo”, explicó el lanzador que fue canjeado a New York Yankees, cambio del que se siente orgulloso y por el que sacrificó su barba, en señal de respeto por las tradiciones de los jugadores del Bronx.
Middleton comentó que no era una situación solo de esta temporada bajo la dirección de Pedro Grifol, manager del elenco. Según lo que aprendió en su llegada al equipo, es un mal que se arrastraba desde la dirección de Tony La Russa.
Entre las indisciplinas que vivió en carne propia el serpentinero de los Yankees citó la ausencia de los pitchers a las prácticas de fildeo, lo que quedaba siempre impune y sin reclamos. Además llegó a suceder lo impensado de encontrar a un novato durmiendo en el bullpen a mitad de un choque de la temporada.