Por Boris Luis Cabrera
Tres bambinazos conectaron los Cocodrilos matanceros para derrotar 9-4 a unos Gallos espirituanos que siguen sin lograr un éxito en sus últimos catorce desafíos en el Victoria de Girón. Un equipo diferente en la arcilla, una motivación, y una garra pocas veces vista en este tipo de partidos cruciales; fueron las claves para que este miércoles el boleto que permite el pase a la siguiente fase del torneo, se quedara en la banca de tercera.
Un jonronazo en solitario del “Grillo” Arruebarruena cerrando el primer tercio de juego espantó maleficios y convidó a una tímida fanaticada a llenar los graderíos. Arrastrando los pies, con una carga pesada de tristes historias acumuladas en las espaldas, se fueron llenando los espacios vacíos mientras iban cayendo una por una las carreras y el choque se iba inclinando a favor de los anfitriones.
Cuatro sencillos consecutivos salieron de las muñecas espirituanas en el cuarto episodio para igualar las acciones y dinamitarle el montículo al abridor Jonder Martínez.
Uno más frente a los envíos del relevista Naykel Cruz segundos después para tomar el mando del partido despertó a algunos espíritus malignos que vagan por los rincones de ese estadio, pero este miércoles el destino tenía reservado un final diferente, uno donde triunfan los de casa y los antepasados yumurinos se removían de regocijo en sus tumbas.
Un triple a lo profundo del jardín central de Eduardo Blanco remolcando empate y ventaja apenas unos minutos más tarde, no dejó dudas.
Mientras el abridor Yankiel Mauri se iba a las duchas, ya nada podía parar a las huestes de Armando Ferrer, quien eufórico y complacido, comenzó a acariciar el boleto de comodín que tenía en el bolsillo.
La definición llegó en el “lucky seven” cuando Javier Camero le desapareció la esférica con dos a bordo al relevista Yaniesky Duardo y William Luis le hizo la misma gracia con un compañero en la primera almohadilla a su sustituto Pedro Álvarez, acciones de juego que provocaron un frenesí a las más de 5 mil almas que ya colmaban las tribunas.
Mientras tanto, los envíos potentes del relevista Armando Dueñas Jr. dejaban en una sola carrera a sus rivales en los últimos tres capítulos para anotarse el salvamento y protegerle la victoria a Yaniel Blanco, quien la logró laborando 1.2 entradas.
Por los derrotados, destacaron los primos Cepeda y Duniesky Barroso con tres imparables per cápita.