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Hoy se cumplen 12 años de aquel grandioso día donde Miguel Cabrera conectó tres jonrones e impulsó cinco carreras, durante el último de la serie entre Detroit Tigers y Texas Rangers, que se pautó para ese domingo 19 de mayo de 2013.
Para saber qué ocurrió ese día del calendario, es importante situarnos en el Rangers Ballpark in Arlington, antigua casa de los Vigilantes de Texas. Esa noche se programó al exlanzador Derek Holland, quien para ese momento era uno de los pitchers más dominantes del juego. Sin embargo, Jim Leyland asignó a “Miggy” como tercero en el orden y defensor de la tercera base.
Histórica noche para Miguel Cabrera
En el estreno del compromiso, Cabrera entró al cajón de los bateadores después de dos out. Este llevó al rival a cuenta completa (3-2) y después de siete lanzamientos en total, conectó un sinker por la banda del izquierdo, siendo su primer inatrapable de la jornada.
Pero, la situación se tornó aún mejor para el venezolano, quien para la inauguración de la tercera entrada encontró en circulación a Omar Infante y Torii Hunter. Al primer envío que visualizó, sacudió un enorme batazo que dirigió entre el central y el derecho que convirtió en su noveno jonrón del año que volteó la pizarra a favor de Detroit Tigers (3×2).
Más adelante, específicamente en la alta del quinto, se suscitó otro duelo ante Derek Holland, puesto que, el maracayero le sacó ocho lanzamientos y como resultado de esto, impactó con fuerza otro cambio de velocidad que elevó por el centro del campo. Tras pegar sobre el borde de la valla, saltó hacia los fanáticos, lo que significó su segundo jonrón del cotejo y el décimo de ese año.
Como una repetición de película, Miguel Cabrera volvió a demostrar su poder con el madero en la apertura del octavo ante el relevista Tanner Scheppers. Un pitcheo adentro de la zona de strike, no fue problema alguno para el extolerero criollo, quien bateó con comodidad una sólida conexión que encaminó de globo por todo el centro, fuera de los límites del campo con su tercer bambinazo, que para ese entonces recortó el marcador a 11×8. Por primera vez desde 2010 logró un encuentro con dichas características (listado completo).
Ese día Miguel Cabrera se despidió el encuentro con cuatro hits, tres jonrones, cinco impulsadas, cuatro anotadas y una base por bola. Su promedio de bateo se estableció en .387, el mejor de la Liga Americana.
¿Cómo iba hasta ese momento en MLB 2013?
Después del exitoso compromiso 42 del calendario regular donde se llevó todos los reflectores, Cabrera comenzó a liderar su liga en promedio (.387), porcentaje de embasados (.457), OPS (1.116), hits conectados (67), remolcadas (47) y bases totales (114), de acuerdo con la información de Stathead.
Luego de ello ya sabemos como concluyó la temporada 2013, coronado como el indiscutible MVP de la Liga Americana con 44 jonrones, 137 remolques y average de .348.