Por Marcos Conde
En la jornada de ayer, domingo 24 de julio, se vieron las caras en una nueva jornada de Ligas Menores los Oklahoma City Dodgers y los Sacramento River Cats en el Chickasaw Bricktown Ballpark. El juego se saldó con victoria de 13 carreras por dos para los de Los Ángeles.
Dentro de la alineación titular de los Dodgers apareció el prospecto cubano Miguel Vargas, quien abrió como segundo bate y defensor de la pradera izquierda. Este, protagonizó una de las jugadas del partido con un espectacular fildeo en los jardines.
Cuando se disputaba la parte alta de la tercera entrada bateaban lo de Sacramento, que en ese momento mandaban en el marcador 1-0, y con corredores en primera y segunda el hombre en turno conectó largo batazo al jardín izquierdo que amenazaba con convertirse en extrabase y limpiar las almohadillas, pero el hijo del otrora jugador y manager de equipos Industriales, Lázaro Vargas, siguió en todo momento la trayectoria de la pelota y con una gran carrera logró completar la atrapada.
El gran engarce del cubano provocó los aplausos de la multitud asistente al estadio y además sirvió para completar el tercer out del inning y evitar que los visitantes aumentaran la ventaja en la pizarra. Esta no es la primera vez que Vargas deslumbra a todos con sus joyas defensivas, pues cuando tenía a los aficionados acostumbrados a ser un guante más que seguro en el cuadro, sobre todo defendiendo la antesala, se ha adaptado sin problemas a su nueva posición en los jardines y cada semana regala este tipo de jugadas espectaculares.
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Precisamente esta nueva versión del capitalino jugando como outfielder, con resultados muy positivos, ha ampliado aún más su espectro de herramientas que ya de por sí era más que destacado. Muchos consideran que Miguel Vargas ya está para menesteres mayores, más ahora que ha mostrado versatilidad a la defensa como una gran arma, cuando ya su ofensiva tenía a todos apostando por él para triunfar en el béisbol de Grandes Ligas.