Si hacemos un balance de los batazos más largos de la historia de la MLB recogidos por Statcast, vamos a tener seguro uno de Giancarlo Stanton.
En 2016 en el estadio de los Rockies de Colorado, cuando jugaba para Miami, el outfielder pegó un batazo de poco más de 500 pies.
Su poder ha sido la clave para caracterizar a esta bestia, que hace bien poco en el Spring Training le soltó un balazo de 112.4 millas al lanzador de los Nacionales, Cory Abbot.
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La página de la MLB se hizo eco del lance, y de la opinión del propio lanzador de Washington.
“Lo he visto un par de veces por televisión. Bajito y afuera. Le dará fuerte, pero no será un jonrón’. Y así fue. Conectó un batazo de 113 [mph] directo a mi pierna”.
Stanton desde aquellas épocas en que competía en los Derby de jonrones es un jugador temido, y las estadísticas de los últimos años no han sido despreciables del todo. En 2021, 35 jonrones, y 31 el pasado año.
Pero es que los de Nueva York están sumando una fuerza grupal enorme más allá de Stanton.
Según las palabras del jugador y que recoge el artículo de la MLB, “cuando estamos todos ahí, somos una potencia”, señaló.
“Actualmente, todo está funcionando. Mientras más días podamos estar todos en el lineup (en la pretemporada), más divertido será, como un preámbulo de este año”.
La competencia debe temer, claro está.
Los bombarderos del Bronx en 2022 dieron una barbaridad de cuadrangulares, líderes en la Americana.
Un total de 254 vuelacercas que les facilitó anotar 807 veces y empujar 764 carreras . Nadie como ellos.
Pero Stanton debe mejorar sus números, porque incluso Aaron Boone, el mánager, se está planteando darle descanso y mandar a Aaron Judge al left field.
De momento en el Spring Training, Stanton le está rompiendo las costuras a la bola; fuerza le sobra aunque tendrá que espabilar en la postemporada si los de Nueva York pretenden ganar su Serie Mundial número 28.
