El mayor remolcador en las Grandes Ligas durante los últimos nueve años, Nolan Arenado, nacido en los Estados Unidos pero de padre cubano, decidió que representará a la selección norteamericana en el venidero Clásico Mundial, a disputarse el venidero año, 2023, tal y como lo hiciera en el 2017.
Meses atrás, al darse a conocer el proyecto de la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales, Nolan expresó su disposición para jugar representando a una selección cubana conformada sus peloteros en las Grandes Ligas, pero ante la imposibilidad de que este sueño se cumpla, al menos para el próximo año, tomó la determinación de jugar por su país de nacimiento, mismo con el que ganó la edición del 2017.
El padre de Nolan nació en Guantánamo y su madre es puertorriqueña; años atrás confesó que esperaba visitar la isla y conocer a los suyos, algo que eventualmente logró cumplir. “Lo consideraría, seguro. Jugué con Estados Unidos en el 2017 y ganamos. Estoy orgulloso de haber nacido aquí. Tendría que pensarlo, tengo que hablar con mi papá. Él quería en el 2017 que jugara para Estados Unidos, así que lo hice. Pero tendría que hablar con mi familia y ver qué dicen y probablemente aceptaré lo que me digan’’ declaró en una entrevista a Jorge Ebro el pasado mes de abril.
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Arenado, en su segunda temporada con los Cardenales de San Luis, promedia para .293 en 92 juegos jugados, con 18 bambinazos, 59 empujadas y 43 anotadas. El antesalista de 31 años asistió a sus séptimos juegos de las estrellas, además de ostentar la increíble cifra de nueve Guantes de Oro, uno en cada una de las campañas disputadas entre 2013 y 2021.