Por Alexander García Milián
Es el mal de los que un día fueron y creen que siguen siendo grandes, se amparan en eso para luego mostrarnos a todos que quizás ya no lo son. Ahora es Pedro Luis Lazo, ayer fue Víctor Mesa, también Pestano ha querido entrar en círculo pero ha en el intento ha quedado, no ha podido. Los hechos, los actos, las palabras dicen… ¿Por qué no está Pínar en la segunda fase?, ¿Fueron las ausencias?, ¿Cómo entender que el equipo con mejor pitcheo en Cuba se quede fuera?…
Al momento de escribir este trabajo ya es realidad que Pínar quedará otra vez para dar refuerzos. Los nombres de Yosvani Torres, Yaifredo Domínguez y Frank Luis Medina surgen como los más apetecibles pero igual queda un William Saavedra que rindió un mundo con Matanzas cuando vistió la franela yumurina hace dos series. En fin, son varios nombre, unos más conocidos, otros menos pero los Vegueros redondearán a los planteles que irán por el nuevo título de Cuba.
Ya las personas se olvidan, bueno la hacen olvidar que Lazo sepultó a Donald Duarte antes de empezar la temporada, que Lazo también sentenció al hombre que dirigía a ese cuerpo de lanzadores; el más completo de la Isla.
Esas son acciones que laceran la unidad, la dinámica de cualquier grupo y más si es en el deporte donde ocurre; quizás Lazo se olvido de Urquiola cuando este hablaba de la terapia grupal, de la importancia de conocer bien a los jugadores, de entenderlos. La crisis habría de llegar…
La cuestión principal parte del elemento, Donald Duarte. El pinareño era capitán del equipo, uno de los peloteros más entregados y sacrificados de nuestro béisbol y eso nada le importo a Lazo, parece que vino a “cortar cabezas” y empezó por purgar al líder de la selección pativerde.
Las polémicas mucho la recodarán; Donald va para La Habana, Lazo dice que hará que no juegue más en Series Nacionales; Donald dice que Lazo termino su carrera, Pedro Luis que el ejemplo empieza por casa.
La situación de Lazo y Donald se asemeja mucho a la de Pacheco y Rey Isaac; Antonio dejó fuera de Santiago a su compañero de varios años; Lazo también jugó no pocas temporadas con Donald y también lo mandó a guardar. Antonio se canso de ganar con la Aplanadora dos, Lazo no ha ganado nada todavía y sus demonios ahora lo empiezan a exorcizar.
La realidad es que Lazo parecía llegar para establecer una dinastía, lo cierto es que sus conflictos lo han puesto al borde del precipicio y nadie dice nada, nadie le pregunta nada a Lazo, ni una entrevista, ni una palabra; nada, todos callan pero el silencio se vuelve gritos ensordecedores.
La culpa es de los ausentes; Moinelo, Baños, Raidel… Y, ¿Por qué?, si el béisbol se juega con nueve en el campo; al parecer es la excusa perfecta para justificar las cosas, Lazo es intocable, Lazo es el hombre del primer clásico, el que le paso “ la cuenta ” a todo el mundo, a Lazo no se puede tocar, el ahora es quien puede hacer y deshacer a su antojo.
Las historias vuelven a mí; El Padrino, Honraras a tu padre, El jefe de jefes; todas son historias de capos de la mafia, de tipos mandones, tipos duros en verdad; Lazo como tantos otros creo que es el hombre de turno en ese puesto, pues El Corleone del béisbol cubano, Higinio Veléz puede que así lo quiera. Y donde manda capitán….
Ya ve lector, una vez más nada es lo que parece, todo tiene su porque y la mentira tiene piernas cortas, la verdad siempre va ahí a su lado para contarnos todo.