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Pedro Martínez nunca necesitó una complexión intimidante para imponer respeto. Con apenas 1.80 metros de estatura y una recta que rozaba las 97 MPH en su punto más alto, el dominicano construyó una de las carreras más brillantes que haya firmado un lanzador en las Grandes Ligas.
Su camino al Salón de la Fama no fue producto del tamaño ni de la fuerza, sino de la inteligencia, la precisión y un ímpetu competitivo que lo acompañó desde su debut con Los Angeles Dodgers en 1992 hasta su retiro con Philadelphia Phillies en 2009.
Tras un inicio prometedor en Montreal, donde en 1997 ganó su primer Cy Young con marca de 17-8 y efectividad de 1.90, Pedro llegó a Boston en un cambio que transformó la historia de los Red Sox. Desde su primera temporada en el mítico «Fenway Park» (1998), quedó claro que el dominicano estaba a otro nivel: 19-7, 2.89 de efectividad y 251 ponches; pero lo mejor estaba por venir.
Pedro Martínez reescribió la historia de Boston Red Sox
Entre 1999 y 2000, Pedro Martínez entregó lo que muchos consideran las mejores temporadas para un lanzador en la era moderna. En ese lapso registró un récord combinado de 41-10, una efectividad de 1.90 y 597 ponches. Su ERA+ de 291 en la temporada MLB 2000, sigue siendo uno de los más altos jamás vistos. En una etapa marcada por el auge ofensivo, Pedro dominó a bateadores de 40 jonrones como si fueran novatos.
En Boston, su presencia trascendió la línea del morrito, ya que se consolidó como la imagen de una franquicia que, antes de la llegada de David Ortiz y el título de 2004, soñaba con romper la m*ldición del Bambino.
Para el 2004, aunque su rol ya era distinto, formó parte de ese histórico equipo que levantó la Serie Mundial después de 86 años. Para República Dominicana, Pedro ya era un héroe nacional, ya que inspiró a una generación de lanzadores que crecieron viéndolo desafiar gigantes en el escenario más grande del béisbol.
El ídolo que rompió barreras
Su palmarés quedó sellado el 26 de julio de 2015, cuando fue exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown en su primer año de elegibilidad, con un 91.1% de los votos. Fue apenas el segundo jugador dominicano en alcanzar esa distinción, tras Juan Marichal.
Hoy, Pedro sigue siendo una voz autorizada del béisbol. Analiza el juego con la misma pasión con la que lo lanzó enalteciendo su historia, la cual representa la esencia del pelotero latino.
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Venezolana | Con una profunda pasión por el béisbol, el deporte más bonito del mundo. Desde muy pequeña, he sido una ferviente seguidora de este increíble pasatiempo, lo que me ha llevado a involucrarme activamente en este ámbito.
Actualmente, soy autora, editora y miembro del equipo ejecutivo de Swing Completo, donde combino mi formación técnica con mi amor por el deporte para ofrecer contenido de alta calidad y relevancia para los aficionados del béisbol.