En esta etapa decisiva de la temporada, los actuales campeones, Houston Astros, están demostrando por qué son la franquicia más estable de las últimas siete temporadas y están cada vez más cerca de la cima del Oeste de la Liga Americana.
Con una cadena de cuatro triunfos consecutivos que intentan extender ante Boston Red Sox y con una ofensiva que ha despertado cuando más lo necesitan, se han convertido en uno de los equipos más difíciles de vencer en este tramo.
Tal y como ocurrió en el segundo partido de la serie en Fenway Park, los actuales campeones iniciaron delante. A diferencia de ese choque, no fue en la primera entrada si no en la segunda y no fueron dos carreras las que marcaron, sino tres.
La fiesta la inició Chas McCormick con sencillo al izquierdo, luego de que Kyle Tucker fallara en elevado al central.
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Michael Brantley pegó su primer hit del año cuando su batazo se llevó en claro a Alex Verdugo y abandonó el terreno al primer bounce para anotarse doble por regla.
Jon Singleton trajo la primera con un rolling al box, pero la entrada se metió en dos outs. Fue entonces que Jeremy Peña, con hombre en tercera, pegó el segundo tubey por regla de la entrada y por la misma zona. Permitiendo así que Brantley anotara la segunda del encuentro.
El rally lo completó Martín Maldonado. El receptor de los Astros remolcó desde segunda a Jeremy Peña con una línea corta al jardín izquierdo que se abrió a zona foul luego de picar.
Desgraciadamente para la tropa de Dusty Baker, «Machete» fue puesto out en segunda intentando hacer doblete el batazo. De esa manera la entrada terminó, pero la carrera que anotó Jeremy Peña fue válida, por lo que los Astros tomaron rápida ventaja de 3×0.
Una entrada más tarde repitieron la dosis con otro trío de carreras empujadas por Chas McCormick y Michael Brantley (2), quien ya llevaba de 2-2 y elevó su average a .333 en los dos juegos que ha disputado.