La pelota cubana no deja de asombrarnos por las situaciones lamentables que nacen en su seno. Una y otra vez, los sucesos desafortunados hacen acto de presencia y entorpecen el correcto desarrollo de los eventos programados en el calendario. Este 10 de febrero surgió una nueva problemática, que puso en jaque a los aficionados del deporte nacional y en específico a los pertenecientes a la provincia de Ciego de Ávila, debido al pésimo estado que presentó el estadio José Ramón Cepero.
Este recinto será la sede de los Tigres en la III Liga Élite, prevista a comenzar el próximo 15 de marzo. No obstante, aún falta muchísimo por hacer en el sitio en cuestión. La realidad del espacio deportivo es preocupante y tétrica, según se pudo conocer en la visita de las máximas autoridades de la pelota cubana al mencionado terreno.
El periodista Guillermo Rodríguez dejó constancia de todas las deficiencias en su perfil en la red social Facebook. Las fotografías de la citada fuente asombraron a los parciales de los avileños, ya que la justa está en el horizonte y el reloj es el principal enemigo. La vergüenza se instaló como bandera en la pelota cubana, ante la desidia que envolvió al José Ramón Cepero.
Los problemas son más que evidentes en las imágenes que se hicieron públicas. Los colchones que deben proteger a los jugadores están incompletos y algunos poseen una ubicación errada. La situación de los banquillos es otro punto crítico, pues están muy alejados del estándar de calidad que deben poseer. El asunto es preocupante al extremo y abarca casi todas las áreas.

Otra realidad en la Pelota Cubana
La III Liga Élite de la pelota cubana se previó como una lucha atlética con más nivel que la Serie Nacional, pero esto se quedó en una idea que no cumplió con las expectativas que se crearon. Las condiciones materiales brillan por su ausencia y las sedes de los equipos padecen estas carencias.
El conjunto de Ciego de Ávila ya sufrió un grave problema en sus filas, cuando varios integrantes decidieron no seguir con la escuadra, ante los bajos salarios que reciben en las lizas beisboleras. Este hecho debilitó a los Tigres, pero este percance no fue el único que apareció en el camino. A todo este infierno se sumó el actual escenario, que los hundió un poco más en las adversidades.
La pelota cubana está en el medio de una crisis generalizada, que sacude con fuerzas la estabilidad de la misma. En más de una ocasión salieron a la luz pública pruebas de tal desgracia, que certificaron el proceso de errores que se cierne sobre cada segundo. Lo que sucedió en el estadio José Ramón Cepero fue un punto más en un inmenso listado.
Los avileños están a la espera. La repercusión que tuvo la revelación de esta historia fue inmediata y las críticas acompañaron las diversas publicaciones que se refirieron al tema. La lll Liga Élite parece herida gravemente sin aún haber dado sus primeros pasos.

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