Por Juan Páez
¿Listo para el reto de hoy fanáticos cubanos?
Jugar en Grandes Ligas no es algo fácil: significa distinguirse del resto y mostrar un buen paso en las Ligas Menores. Mantenerse en las Mayores tampoco es sencillo: se requieren constancia y aptitudes. Ahora bien, jugar por 20 o más temporadas en el mejor béisbol del mundo es algo que solo consiguen unos pocos.
En la historia de la Gran Carpa, ha habido 19 mil 364 peloteros, hasta el último estreno ocurrido en la campaña 2019, de acuerdo con las cuentas de Baseball Reference.
De esa gran cantidad, apenas 156 han aparecido en, como mínimo, 20 torneos del big show (o lo que es lo mismo que decir el 0.8 por ciento del total de jugadores que han pasado por las Grandes Ligas).
De esos 156, cuya lista comandan Nolan Ryan y Cap Anson con 27 zafras para cada uno, apenas tres son cubanos. Veamos quiénes son:
1. Tony Pérez, 23 temporadas: el inmortal antillano comenzó su carrera en 1964 y la terminó en 1986. Fue emblema de los Rojos de Cincinnati y su Gran Maquinaria Roja. Con ellos se estrenó y se retiró.
Pero antes de decir adiós, también vistió con los uniformes de los Expos de Montreal, los Medias Rojas de Boston y los Filis de Filadelfia, en una carrera que le convirtió en el único de los peloteros cubanos que ha jugado en la MLB y ha llegado al Salón de la Fama.
Pérez, quien se mantuvo como suplente en sus últimos seis años, se mantuvo por tanto tiempo en la Gran Carpa gracias a su constancia. Incluso saliendo desde la banca, era una buena alternativa para los conjuntos en los que jugó.
En 464 juegos desde 1981 a 1986, todavía puso números aceptables, sobre todo considerando su edad: .725 de OPS y 100 OPS+, incluidos 62 dobles, nueve triples y 31 jonrones.
2. Rafael Palmeiro, 20 temporadas: Palmeiro siempre fue un gran bateador (quizas el mejor entre los cubanos), uno que tuviera su placa en Cooperstown de no ser por su vínculo con las sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento.
En sus 20 torneos, disparó tres mil 20 indiscutibles, 585 vuelacercas y 569 cuadrangulares.
Raffy debutó con los Cachorros de Chicago, pero se hizo estrella en los Rangers de Texas y en los Orioles de Baltimore, los tres equipos con los que pasó toda su vida como pelotero del big show.
Aun con 40 años, desapareció 18 pelotas del parque y remolcó 60 carreras en 110 desafíos con los Oropéndolas, en 2005.
3. Adolfo Luque, 20 temporadas: se trata de uno de los lanzadores más destacados en la historia de la armada cubana en las Mayores.
Tiró en la MLB hasta los 44 años de edad y amasó uno de los mejores cúmulos de estadísticas para un serpentinero antillano, en su paso por los Bravos de Boston, los Rojos de Cincinnati, los Robins de Brooklyn y los Gigantes de Nueva York.
Luque, con actividad de 1914 hasta 1935, solo abrió cinco juegos en sus últimas cuatro campañas en la Gran Carpa, pero apareció en total en 101 compromisos (96 como relevista), haciendo un gran trabajo desde el bullpen en sus días finales como grandeliga: 3.47 de efectividad en 236.1 episodios.
OTROS QUE LLEGARON CERCA Y SE QUEDARON EN 19 TEMPORADAS:
1. Tony Taylor: Taylor desarrolló gran parte de su buena carrera con los Filis de Filadelfia, equipo al que volvió en la campaña de 1974 para pasar tres años más como utility y bateador emergente.
En la zafra de 1976, participó en apenas 26 duelos, tenía 40 años y decidió despedirse del terreno como jugador activo.
2. Dagoberto Campaneris: la historia de Bert es particular. Al terminar la temporada de 1981, la número 18 en su trayectoria, se marchó al béisbol mexicano. Posteriormente, y contra todo pronóstico, volvió en 1983 a las Grandes Ligas para firmar con los Yankees de Nueva York, ya con 41 años de edad.
Con los neoyorquinos, dividió su tiempo entre segunda y tercera bases y ligó para .322 (el promedio más alto de su carrera) en 60 juegos para finalizar su paso por el big show.
3. Luis Tiant: su larga trayectoria tuvo un cierre entre 1981 y 1982, con los Piratas de Pittsburgh y los Ángeles de California, respectivamente. Entre ambos clubes hizo 15 presentaciones (14 como abridor), ganó cuatro juegos, perdió siete y dejó efectividad de 4.55 en 87.0 entradas. Su despedida ocurrió a las 41 primaveras.