Por Yasel Porto
En medio de la actual situación que se vive por la causa que todos conocemos y sufrimos de una u otra manera, dos peloteros cubanos con experiencia en Grandes Ligas visitaron Cuba para contribuir con su familia y amigos, en alimentos y medicinas.
Fueron los casos del avileño todavía miembro de los Medias Rojas Rusney Castillo, y el otro el santiaguero Héctor Olivera, desactivado del béisbol profesional desde hace un tiempo. Ambos fueron parte de la selección nacional poco antes de recibir contratos millonarios a pesar de que su éxito en las Mayores ha quedado marginado.
El primero en viajar fue Olivera, quien a fines de 2019 también estuvo en su natal Santiago de Cuba. El carismático intermedista fue considerado en su momento uno de los jugadores más talentosos de su país, aunque luego no rindió mucho con Los Ángeles y Atlanta antes de ver cerradas las puertas por un incidente de violencia doméstica.
Volcado actualmente en el mundo de la música, el subcampeón olímpico de Beijing 2008 no perdió oportunidad para hacer lo mismo que luego Rusney, llevar alimentos y medicamentos para enfrentar mejor la difícil situación que todavía puede empeorar mucho más a la hora de adquirir lo necesario para tener que salir menos de la casa.
Con Rusney estuvimos en su casa la víspera de volar hacia Ciego de Ávila junto a su esposa, con la escala en La Habana que actualmente tienen que hacer todos los que proceden de Estados Unidos a partir de la disposición gubernamental implementada desde el pasado 8 de marzo en Cuba.
El jardinero todos estrellas de la última Copa Mundial en Panamá 2011, tuvo un domingo bien agitado comprando gran variedad de insumos alimenticios y médicos que permita aliviar mucho más la situación de sus familiares residentes en la capital avileña, así como sus amigos y vecinos más allegados.
“Es riesgoso viajar en un tiempo tan difícil entre otras cosas por toda la incertidumbre con el tema de los vuelos, si se suspenden o no, pero la familia es lo primero y después va a ser más difícil poder ayudar si se cierra todo”, nos comentó el jugador de 32 años con 3 temporadas al más alto nivel de las Ligas Mayores.
Rusney estaba teniendo un spring training muy favorable hasta que se paró todo el entrenamiento de las Grandes Ligas, quizá en su última oportunidad de regresar a un nivel en lo que muchos creen debió estar desde hace mucho. Él ha viajado varias veces a Ciego de Ávila desde que fue autorizado volver a la Isla tras su salida del país en el año 2013.
Por diversos motivos hay muchas cosas que se han dificultado para conseguirlas en Cuba, y si es más allá de la capital se complica más.
Se conoce que otros peloteros cubanos retirados o en activo se han ocupado del asunto con el envío de dinero a sus seres queridos y amistades cercanas que hoy viven en Cuba, como una muestra más de los valores humanos de muchos de ellos que trascienden el campo deportivo, y que se puede ser millonario sin que ello signifique la pérdida de los sentimientos más allá de la propia familia.
Ha habido acciones en otro tipo de momentos que han llenado de admiración a muchos, como la donación de juguetes en un hospital de niños en Cienfuegos por parte de Yasiel Puig y otros gestos que han llevado a cabo figuras como Aroldis Chapman, José Dariel Abreu y Yoan Moncada. Los mismos Olivera y Rusney han estado en un grupo no tan pequeño de jugadores que han estado contribuyendo con sus provincias con el tema de los implementos deportivos.