Las críticas destinadas al Torneo Nacional de Clubes Campeones del beisbol cubano no se han detenido. Los problemas siguieron escalando poco a poco y la situación se tornó insostenible. Muchos pensaron que el play off final iba a escapar de estas torturas, pero para nada fue así.
Los cotejos semifinales entre las novenas de Unión de Reyes (Matanzas) y Melena del Sur (Mayabeque) encendieron las alarmas en su momento. Los primeros sirvieron de sede y la aparición de graves problemas con la alimentación y el alojamiento se destaparon. La denuncia tomó las redes sociales en la búsqueda de una respuesta que nunca llegó.
El sábado 17 de febrero acogió el inicio de la fase conclusiva, entre los equipos de Unión de Reyes como locales y Trinidad (Sancti Spíritus). Los deseos de un nuevo comienzo sin problemas fue una utopía, ya que desde el mismo arribo de los visitantes el caos se hizo visible.
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La internauta Marislubi González utilizó la red social Facebook en la jornada del viernes 16 de febrero para expresar los desatinos organizativos ocurridos.
«Es increíble la bienvenida a los atletas trinitarios en Unión de Reyes, que de unión y realeza no tienen nada. A los muchachos los llevaron a un albergue sin ventilación, sin corriente y para rematar con mala comida. Muchos se quedaron sin alimentarse porque no alcanzaron, o mejor aún, fue a parar a otro estómago. Quiero decirles a los responsables, que ni con toda esa guerra psicológica podrán detener a nuestros muchachos» posteó.
Vergüenza en el beisbol cubano
La propia Marislubi González volvió a captar la atención de los seguidores del beisbol cubano en la fecha sabatina. Según la citada fuente, los atletas del combinado de Trinidad pudieron saciar su apetito gracias a un trabajador por cuenta propia. Lo narrado parece increíble y es vergonzoso para quienes tenían que cumplir con este imprescindible acápite.
«Hoy quiero agradecer a este excelente ser humano y desearle todas las bendiciones para su negocio. Héctor, GRACIAS en letras mayúsculas, por tener ese detalle tan oportuno con mis muchachos. Héctor es un trinitario que vive en Matanzas, tiene un café de nombre Dandelion y al saber que Los Tiburones estaban en Matanzas en pésimas condiciones, fue en la noche y llevó provisiones y ahora en la mañana los despertó con deliciosos helados, pan, café y refresco» informó González.
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Las autoridades emplazadas hicieron un mutis total sobre las acusaciones esgrimidas. Al parecer, esta historia será como muchas otras anteriores, que fueron enterradas bajo el olvido del sistema imperante. El beisbol cubano sangra a cada día un poco más.