Pinar del Río en Series Nacionales… la historia escondida

Por Alexander García Milián Solo veo humo, un humo denso, un humo que no es del todo blanco, tiene de blanco pero es más de tonos, de varios tonos, a veces se torna carmelita, a veces azuloso; es humo de tabaco y lo digo casi afirmando. Quizás por esto una sensación embriagadora me invada al […]

Por Alexander García Milián

Solo veo humo, un humo denso, un humo que no es del todo blanco, tiene de blanco pero es más de tonos, de varios tonos, a veces se torna carmelita, a veces azuloso; es humo de tabaco y lo digo casi afirmando.

Quizás por esto una sensación embriagadora me invada al pensar en Pinar del Río, en Vegueros, en la historia del béisbol en las tierras de vuelta abajo; es una historia de esas que pasan por delante de nuestros ojos así… por pasar…

El enjundioso fanatismo, el frívolo tratamiento que reciben los pinareños en los medios deportivos, en especial los de béisbol, dejan a uno con ganas de llorar… bueno ahora de escribir.

Cuando hablan de mejores peloteros, salen los nombres de Vargas, de Germán, de Padilla, de Marquetti y entonces Casanova, Omar Linares y Alfonso Urquiola – ¡chass!- se los llevó el viento.

La historia no nace de la nada, nombres como  Lacho Rivero, un lanzador de los más cotizados en el mercado beisbolero antes de 1959, Asdrúbal Baró un excelente slugger del Marianao en la era del profesionalismo y José Joaquín Pando, un estelar camarero allá por los años 40 del pasado siglo; nombres que se esfuman en el tiempo y a los cuales la memoria lacera cualquier… La búsqueda incisiva y la indagación acuciosa, me permitieron leyendo al sabio Martínez de Osaba, acercarme a estas figuras.

Para romper el hielo, solo alegare que si se suman todos los títulos de los equipos que representaron a Pinar del Río- en específico, Vegueros y Pinar- si hacen eso, se percataran que el cartel de Industriales como equipo más ganador de la pelota cubana, no es tan como lo pintan y que empiecen a sonar ya los gritos y clamores al respecto.

Ahora mismo, en la sexta Serie sub 23, el equipo pativerde es junto a Ciego de Ávila, uno de los equipos más estable del torneo, de los que mejor han lucido pero igual, como si nada … los bombos para Matanzas, para el Villa Clara de Pestano, para Santiago de Cuba, incluso la Isla de la Juventud.

Este es un tema que la propaganda maneja de un modo maquiavélico como siempre; la misma impide ver esta realidad que sucede ahí delante de nosotros y se esfuma con la luz tenue y borrosa que deja el sub 23.

Pienso incluso que sea esta parte de la componenda que desde ya le estén preparando a Alfonso Urquiola… Pero Urquiola es un tipo que no cree en nada, contra todos se impone y entre sus collares y los tabacos le da línea entre dos a cada situación compleja.

Este es solo un matiz del asunto, pronto volveremos con más, Pinar del Río es parte indispensable de la tradición beisbolera de Cuba; eso hay que aceptarlo.

Nos vemos a la vuelta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *