PONCHE HISTÓRICO: Néstor Cortés llegó a 400, tras el 1er out sobre Seattle

El cubano Néstor Cortés ponchó a J.P. Crawdord de Seattle Mariners para alcanzar la cifra de 400 abanicados en Grandes Ligas. Dicho hito lo alcanzó durante el segundo juego de una serie de tres, frente al equipo de la División Oeste de la Liga Americana, en el T-Mobile Park. Los abridores del compromiso fueron el […]

El cubano Néstor Cortés ponchó a J.P. Crawdord de Seattle Mariners para alcanzar la cifra de 400 abanicados en Grandes Ligas.

Dicho hito lo alcanzó durante el segundo juego de una serie de tres, frente al equipo de la División Oeste de la Liga Americana, en el T-Mobile Park.

Los abridores del compromiso fueron el número 65 de Yankees y Logan Gilbert, hizo lo propio por los locales.

Toda la atención de los aficionados y en especial de los seguidores de Yankees aplaudieron el récord histórico del cubano.

El poché cayó justo al iniciar la primera entrada, y contra el primer bateador, el campocorto de Mariners.

Cortés, inició el turno con strike al lanzar una recta de cuatro costuras a 90 millas por hora, en la esquina de afuera de la zona, acto seguido repitió la misma dosis, pero a 91 mph, Crawford trató de defender el turno, sin embargo, lució atrasado en su swing y envió el tercer lanzamiento de foul.

Poco y nada el shortstop de los locales, quién sucumbió ante un inspirado Néstor Cortés, que lanzó nuevamente una recta de cuatro costuras arriba y afuera para entrar en el libro de récords del caribeño.

Secuencia de ponches de Néstor Cortés en MLB

Esta marca la logró luego de vestir la camiseta de tres equipos en Las Mayores.

Cortés, inició su carrera con Baltimore Orioles, en el año 2018, donde ponchó a tres contrarios luego de cuatro juegos.

Luego, al año siguiente pasó a las filas de “Los Mulos del Bronx” abanicó a 69 bateadores en 66 innings y dos tercios de entrada.

En 2020, jugó para Seattle, donde solo jugó seis juegos y ponchó a ocho.

Como dato curioso Néstor Cortés, llegó a dicha cifra frente a su ex equipo y, dicho sea de paso, en su propio estadio.

Situación que adorna un poco más este récord y quedará en la historia del jugador y aficionados tanto de Yankees como de Seattle.