Por Reynaldo Cruz
El líder de la fabricación de cromos o tarjetas coleccionables, Topps, anunció en su cuenta de Twitter este viernes 8 de julio, que hubo irregularidades con los ejemplares autografiados de una tarjeta conjunta Topps Definitive Baseball Dual Autograph de Austin Meadows y Randy Arozarena (ambos de los Tampa Bay Rays), puesto que los mismos no contenían la firma de los jugadores en cuestión.
El mensaje, emitido de conjunto con Fanatics en horas de la tarde, decía que si bien “… este tipo de problemas es extremadamente inusual, lo tomamos extremadamente en serio y trabajaremos con los clientes en posesión de esta tarjeta para corregir la situación. Con ese fin, todos y cada uno de los clientes recibirán una caja completa de reemplazo de 2022 Definitive Baseball y una tarjeta de reemplazo (o una tarjeta de igual valor).”
Además, pidieron a quienes se encuentren en posesión de la tarjeta que contactasen al servicio de atención al cliente de Topps (support@topps.com) y usaran el asunto 2022 Definitive Meadows/Arozarena. Por otra parte, declararon que el incidente se limitaba a unas 50 tarjetas.
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La afición por las tarjetas coleccionables de béisbol es un hobby que data de varias décadas, y que puede convertirse sin dudas en un negocio lucrativo para quienes lo practiquen. Apenas en 2021, una de Honus Wagner fue vendida por más de seis millones de dólares (superando una de Mickey Mantle que se vendió en más de cinco millones), debido a la rareza de la misma. Tarjetas autografiadas por los propios peloteros y no de forma industrial pueden adquirir un valor altísimo tras el paso de los años, y un error en una tarjeta, sobre todo cuando se trata de firmas no auténticas, podría traer muy malos resultados para la reputación de la compañía.
En el caso de los peloteros en cuestión, ellos no tuvieron nada que ver en este asunto, aunque sean los jugadores de la foto y aunque las firmas que trataron de emularse fueron las suyas. Según la declaración, el error se debió a ajustes hechos en el sistema de obtención de autógrafos debido a los protocolos de la pandemia.
Topps, en opinión de muchos el líder número uno en la emisión de cromos, fue fundada en 1938 y durante años ha cautivado a la fanaticada del béisbol, creando uno de los hobbies más sanos y populares de los amantes de los deportes en Estados Unidos y hasta fuera, pues no son pocos los que desde Cuba se las arreglan para conseguir sus cromos y ampliar sus colecciones. Entre tanto, Fanatics, fundada en 1995, fabrica de manera online también otro tipo de memorabilia como jerseys. Precisamente, se supone que las tarjetas incluyan un pedazo de la camiseta de los peloteros.
Aunque el fabricante no divulgó foto del cromo en cuestión, varios internautas sí postearon comentarios en el aviso de la compañía mostrando imágenes del cromo.
Lo curioso es que haya aparecido un cubano en una tarjeta con un error garrafal, fabricada por una compañía que se caracteriza por la excelencia y la seriedad. No obstante, no se sorprenda nadie si Topps no logra recuperar las 50 tarjetas: este es un negocio a largo plazo, y tal vez quien tenga la picardía de conservar una de ellas podría ganar mucho dinero en algunas décadas.
2022 Topps Definitive Baseball Austin Meadows and Randy Arozarena statement. pic.twitter.com/GjVJjnCs4c
— Topps (@Topps) July 8, 2022