Por Álex Fernández Fernández
Randy Arozarena siempre ha sido veloz. De piernas y a la hora de pensar, porque decidió bien rápido que su futuro estaba fuera de Cuba para integrarse al béisbol de Grandes Ligas. También aceleró en su decisión de jugar por México en el venidero Clásico Mundial de 2023. O sea, es un relámpago en todo lo que tiene que ver con su carrera deportiva.
Randy puso nuevamente en práctica esta premisa para alcanzar su base robada número 24 con los Rays esta temporada.
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En la parte alta de la cuarta en el juego contra Boston los del Fenway Park no se podían creer que el cubano se fuera así, a la ligera, al robo de segunda. Primero porque el partido estaba 4×0 a favor del local, y segundo porque era un lanzador zurdo el de que actuaba.
Pero Randy rompe esquemas, y se fue al robo. Llegó de manos. Esta es la estafada número 50 para el pinareño y se convierte en el cubano 27 en conseguir dicha cifra.
La curva de 74 millas le impidió a K.Plawecki desde la receptoría ponerle out. De inmediato el catcher de los Medias Rojas miró al banco de Tampa incrédulo, precisamente por las cuatro de ventaja en el marcador.
Pero así es Arozarena. Ya en el 2021 fue el único cubano en lograr entrar al club 20-20. Igual cantidad de bases robadas y jonrones. Aunque esta temporada tiene 17 jonrones. ¿Llegará a la veintena? Mientras, disfrutemos del vídeo del robo de la almohadilla…sin mano armada.
