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Aunque los números no lo reflejan, Randy Arozarena está teniendo un buen inicio de temporada que ha ayudado a Seattle Mariners a tener un arranque positivo y este martes 22 de abril, volvió a colaborar en varios ámbitos durante la victoria 8-5 ante Boston Red Sox en el Fenway Park.
El outfielder cubano si bien es cierto que no está bateando para un buen promedio de bateo, ha compensado su bajo average con otras estadísticas que día a día lo reafirman como el cuarto bate de la tropa que dirige el manager Scott Servais.
En el segundo encuentro de la serie contra los patirrojos, Randy Arozarena se fue de 5-2 con una carrera anotada y una base robada y gracias a su primer imparable del compromiso, logró alcanzar dos importantes marcas en su carrera en las Grandes Ligas.
Randy Arozarena tomó su turno número uno de la jornada en la misma primera entrada, cuando su equipo tenía hombres en primera y segunda base. Sin embargo, el outfielder fue retirado por la vía del ponche a manos del abridor Sean Newcomb, quien lo engañó con una recta de 93.4 MPH para sacarlo de paso.
Randy Arozarena dio su primer hit
No obstante, el toletero tomó revancha en su segundo viaje al plato en la tercera entrada. Con un out, hizo swing a un cambio de velocidad en la parte baja de la zona para conectarlo por la tercera base, sumando así su primer sencillo del partido.

Con ese hit, Randy Arozarena arribó a los 600 imparables en su carrera en la MLB y se convirtió en el pelotero nativo 42 en conseguir dicha hazaña, quedando así a dos imparables de Aledmys Díaz, quien en su trayectoria pegó 602 hits.
Además, extendió a 20 su racha de juegos seguidos llegando quieto a las bases. Dicha cadena iguala su tope personal en cualquiera de sus siete zafras en las Mayores, gracias a que se ha embasado en todos los cotejos en los que ha participado desde el 31 de marzo.
Su segundo imparable de la noche
Randy Arozarena abrió el quinto episodio con un elevado de out al jardín central, pero en el séptimo acto volvió a dar de hit. El jardinero dio un fuerte sencillo que salió a 101.5 MPH y que se internó en el jardín izquierdo. Instantes después, se robó la segunda almohadilla para llegar a siete estafadas en la campaña y anotó en carrera gracias a un sencillo de Ben Williamson. En la octava tomó su quinto y último turno, pero tras estar en conteo de 2-2, se fue ponchado.
El cubano tendrá la oportunidad de empatar o incluso superar a Aledmys Díaz este miércoles en el tercer partido de la serie contra Boston Red Sox, lo que a su vez representaría un nuevo récord personal con 21 juegos seguidos llegando quiero a las colchonetas.